Pocas carreras con el encanto de la Vuelta al País Vasco de ciclismo. Entre valles y montañas discurre la Itzulia, creatividad en carreteras de sobra conocidas que se recorren de mil maneras en busca de dureza, acumulación de esfuerzos, metros y metros de desnivel servidos en forma de ratoneo. Una carrera singular en los que se impone la inteligencia competitiva que, exacerbada, algunos denominan inspiración.
Purito Rodríguez llevaba un año sin estar inspirado
Desafortunado y manrio, las carreras sólo le frustraban, le pegaban palos y le entristecían. Sin embargo, en esta Vuelta al País Vasco volvió a ser el saltarín de siempre, ese ciclista de bolsillo que acelera en las cuestas empinadas como si le impulsara un tirachinas. Así se anotó dos etapas y la general de una carrera marcada por el desgraciado incidente de la primera etapa, en la cual un bolardo mal señalizado casi provoca la tragedia, y definida por una contrarreloj conclusiva en la que el catalán de Katusha rindió como nunca para apuntarse el triunfo final por delante de Sergio Henao (Sky) e Ion Izagirre (Movistar), con los favoritos Nairo Quintana (Movistar) y Michal Kwiatkowski (Etixx) relegados a la 4ª y la 8ª posición finales respectivamente. Cofidis estuvo presente, con Julien Simon activo en los esprines y Rudy Molard firmando un digno 26ª lugar en la general.
Terminado País Vasco, el ciclismo volvió a centrarse en la campaña del norte con el último acto de la misma. París-Roubaix, el Infierno del adoquín, deparó como siempre una prueba divertida, movida e imprevisible, con el factor de incertidumbre añadido de la ausencia de los patrones de los últimos años, Fabian Cancellara (Trek) y Tom Boonen (Etixx), por lesión. El más fuerte fue John Degenkolb (Giant-Alpecin), que se impuso en el velódromo de Roubaix al esprín sobre Zdenek Stybar (Etixx) y Greg van Avermaet (BMC). Por parte de Cofidis, Florian Sénéchal se clasificó 17º, una actuación de ciclismo esperanzadora de cara al futuro de este clasicómano en ciernes de sólo 21 años.
No obstante, la mayor alegría ciclista de la semana para el conjunto ‘rojo’ llegó en otra carrera francesa, el Circuito de la Sarthe, una ronda por etapas en la cual Nacer Bouhanni estrenó su palmarés de esta temporada anotando por partida doble en las llegadas masivas de la primera y la cuarta etapa. Al velocista francés se le estaba resistiendo la victoria, con un rosario de puestos de honor sin ningún gran éxito en estos primeros meses de campaña. En adelante podrá correr más relajado y confiado de sus coequipiers. Y es que en La Sarthe sus hombres de confianza Dominique Rollin y Geoffrey Soupé, apoyados por Christophe Laporte, Luis Ángel Maté y Löic Chetout, funcionaron a la perfección.
Tras estos meses de frenesí en ciclismo competitivo, esta semana promete ser algo más tranquila. Sólo habrá una carrera World Tour, la Amstel Gold Race del próximo domingo; lo demás serán semiclásicas en terreno francés y belga, más la Vuelta a Castilla y León en territorio español durante el fin de semana.
