El pelotón es un mosaico de historias y personajes extraordinarios. Ser ciclista es una travesía por el desierto del sacrificio lejos de los focos: sin grandes salarios, sin grandes premios, con mucha hambre y muchísimos kilómetros. Quien llega a la élite del ciclismo está verdaderamente hecho de otra pasta.
En este marco, Nacer Bouhanni (1990 – Épinal, Francia) brilla con luz propia por una cualidad definitoria: la agresividad. Pese a llevar inoculados los valores de deportividad y nobleza imprescindibles en el ciclismo profesional, por su sangre circula una tendencia a la competitividad. El caso paradigmático de esto fue el pique que sostuvo durante las dos pasadas temporadas con su antiguo equipo, FDJ. Allí se enfrentó con sus directores y con el otro esprínter de la escuadra, el campeón francés Arnaud Démare. Lejos de amilanarle, la tensión le estimuló para convertirse en uno de los mejores velocistas del mundo. Sólo el año pasado anotó 11 victorias, 3 de ellas en el Giro d’Italia y 2 en la Vuelta a España.
Este invierno Bouhanni recaló en Cofidis, que le ofreció un contrato a su altura e incorporar a sus hombres de confianza para construir un ‘treno’ para pelear de poder a poder con Cavendish, Kittel y compañía. De su mano llegaron el técnico en ciclismo de carretera Jacques Decrion y los corredores Geoffrey Soupé y Dominique Rollin, que sumados a otros fichajes como Jonas Ahlstrand y talentos que ya había en el equipo como Cyril Lemoine, Adrien Petit o Christophe Laporte suponían mimbres de garantías. Pese a los ensayos realizados en pretemporada las primeras carreras del año no depararon ningún éxito en ciclismo de carretera. Sin embargo, la semana pasada por fin cambió la suerte de Bouhanni y los suyos con dos triunfos en el Circuito de la Sarthe.
Para el final dejamos la anécdota más conocida
Y a la par reveladora del carácter de la bala en ciclismo de carretera de Cofidis: desde bien pequeñito, Nacer Bouhanni boxea con regularidad para sacar su adrenalina; actualmente es un punto clave de su preparación invernal. De ahí surgen anécdotas como la sucedida con Alessandro Petacchi en una Vuelta a Turquía. El italiano pegó un puñetazo al galo en pleno esprín. Acabada la contienda, se enteró del pasado de su contrincante, que le buscaba furioso, y fue a pedirle perdón para evitar males mayores. Una foto con guantes y posición de defensa decora el Twitter de Nacer, que con regularidad retuitea a distintos púgiles a los que sigue. También hay en Youtube vídeos de sus sesiones de boxeo como el que te presentamos a continuación: