Las primeras salidas en bici con nuestros pequeños deben ser consideradas como un momento especial. Seguro que la mayoría de nosotros recuerda su primera experiencia en bici, acompañado de algunos de sus padres, abuelos, familiares… Sin caer en una trascendencia exagerada, lo que pretendemos con este texto es por un lado señalar la importancia del momento y, por otro, incidir en la necesidad de equipar adecuadamente a los niños para que disfruten de sus salidas en bici.
Como decimos, una buena primera experiencia es una puerta abierta a este precioso deporte que es el ciclismo. Un deporte ideal para los niños (casi de cualquier edad) porque es un deporte y a la vez un juego, un juego que además pueden practicar con sus mayores y con sus amigos. Así que, desde este punto de vista es más que recomendable que nos esforcemos en hacer de estas primeras salidas en bici unos momentos agradables y enfocarlos siempre desde el punto de vista del divertimento. Nada de esfuerzos innecesarios o posibles “entrenos en serio”, los niños sencillamente se lo tienen que pasar bien practicando deporte (el ciclismo o cualquier otro).
¿Qué equipación ciclista debe llevar un niño?
Respecto al equipamiento, es obvio que los niños no son profesionales y no tiene que equiparse tampoco para kilométricas rutas de 5 ó 6 horas de pedaleo. Por tanto, hay que equiparles bien pero con moderación.
Ropa sencilla y práctica, estamos empezando:
- Un culote con badana (aunque sea básico es imprescindible)
- Unos guantes cortos
- Un maillot molón (tema motivación)
- Casco (indispensable)
- Unas gafas (es importante proteger los ojos)
Como decimos, no se trata de comprarle lo mejor de lo mejor, tan solo equiparlos con lo esencial. Si el niño se aficiona al ciclismo, siempre tendremos tiempo de comprarle mejores accesorios y ropa. Además, si vamos poco a poco, aprenderá a valorar estas cosas en su justa medida. Si de buenas a primeras, les compramos la mejor bici, las mejores ruedas y la mejor ropa… quizás en poco tiempo se canse y no aprecie el esfuerzo que se ha hecho por él.
En todo caso, es importante que tanto la ropa como los complementos los enfoquemos desde el punto de vista de la educación y la seguridad. Es bueno que el niño, independientemente de si es obligatorio o no, se acostumbre a usar siempre el casco, los guantes, las gafas… y obviamente que nosotros, como adultos y acompañantes, les sirvamos de ejemplo. También es importante que le enseñemos a ocuparse mínimamente de la bici y hacer unas mínimas comprobaciones antes de cada salida: estado de los frenos, inflado de los neumáticos, engranaje de las marchas en su caso… Todo ello favorecerá el nexo de unión del niño con su bicicleta, y estaría bien que se sintiera responsable de ella y se preocupara por su estado y posibles reparaciones.