En la entrada de hoy proponemos una nueva actividad para que los niños, a la par que se divierten, vayan aprendiendo encima de su bicicleta. En este caso volvemos a centrarnos en la técnica y el manejo de la máquina, después de haber dedicado varias entradas a un entrenamiento en un plano mucho más físico con el CORE, la fuerza, la resistencia base mediante salidas de senderismo y en plena naturaleza, etcétera.
Para mejorar la técnica sólo hay un camino: practicar. Trabajarla hasta la saciedad y que los gestos técnicos terminen saliendo como algo natural. Pero hay formas de ayudar a que ese aprendizaje sea más rápido, y una de ellas es a través de este sencillo juego: Imita al de delante. El nombre en sí mismo lo dice todo, pero procedemos a explicar en qué consiste.
Se coloca a todos los miembros del grupo en fila india, uno tras otro montado en su bici. El que va primero debe ir haciendo gestos técnicos con la bicicleta con absoluta libertad, y el resto tiene que hacer lo mismo. Los objetivos son dos: el primero, que no se produzca ningún tipo de choque en el ‘tren’ de bicis que está realizando el ejercicio. Y el segundo, que todos los participantes hagan ejercicios similares para ir progresando.
Aunque el juego pueda parecer un poco simple, lo cierto es que tiene un componente muy importante: los niños no obedecen a órdenes del director, sino que el primero de la fila es el que realiza el gesto técnico que le gusta más en ese momento. Por tanto, los niños van desarrollando también una importante capacidad creativa y de improvisación, y además aumenta mucho el sentido de grupo ya que ese chaval que va dirigiendo la fila tiene a los demás relativamente a su cargo.
En cuanto al gesto técnico
La dificultad se puede ir aumentando de forma progresiva, pero cualquier instrucción del director o monitor debe darse antes de que salgan a rodar y formen la fila. Desde ir con una mano a ir sin ellas, pedalear sólo con una pierna, hacer zig-zags, ir sumamente despacio y evitar que las ruedas de distintas bicis se toquen entre sí, realizar saltos o pasar conos –se puede diseñar previamente un pequeño circuito saltos, conos, picas y cualquier otro material- son sólo algunas de las posibilidades. Hay muchísimas, tantas como imaginación tenga el niño que va delante. Que, evidentemente, tampoco puede ser siempre el mismo y habrá que ir rotándolos.