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¿Cómo limpiar los discos de freno de una bicicleta?

¿Cómo limpiar los discos de freno de una bicicleta?

Disfrutar del ciclismo es una de las sensaciones más agradables para alguien aficionado a esta actividad. Sin embargo, como cualquier otra, esta afición requiere del cumplimiento de ciertos deberes para poder llevarla a cabo. Uno de los más importantes es, sin duda, el relativo al mantenimiento de la principal herramienta necesaria para llevarla a cabo: la bicicleta. En este sentido, a lo largo del presente artículo te vamos a dar algunos consejos para poder efectuarlo debidamente.

¿Cómo puedes limpiar los discos de freno de la bicicleta?

Hay muchas partes fundamentales en una bicicleta. Sin duda, es difícil nombrar alguno de sus componentes sin tener que admitir que es completamente necesario para su correcto funcionamiento. Una bicicleta no puede marchar debidamente sin platos, neumáticos, cuadro, cadena o manillar.

Sin embargo, de entre todas esas partes, hay una que destaca con particular fuerza por su papel en el ámbito de la seguridad en la conducción: los frenos. Hay diversos tipos, pero los de disco son los más extendidos a partir de cierto nivel de calidad en el ciclismo.

Precisamente por todo ello, vamos a exponerte aquí los cuatro pasos esenciales para limpiar debidamente los discos de freno de una bicicleta.

1. Elegir un espacio adecuado para la limpieza

Muy a menudo se comete el error de comenzar a limpiar los discos en un lugar poco adecuado para ello. Por ejemplo, en una habitación demasiado pequeña, donde no hay suficiente espacio para maniobrar. En otras ocasiones se escoge el aire libre, pero sin tener en cuenta que, dependiendo del sitio, los discos pueden acabar estando más sucios de como empezaron.

En este sentido, resulta crucial escoger un espacio adecuado para la limpieza. Lo ideal es un garaje, si prefieres un lugar cerrado, o un jardín o parque cuidado, si prefieres un lugar al aire libre.

2. Utilizar un limpiador de discos de freno para bicicletas

Cuando se trata de limpiar los discos de freno, no hay que jugársela. Siempre vale la pena apostar por un limpiador profesional que haya sido específicamente diseñado para intervenir en una tarea como esta. Es así como se logran unos resultados deseables.

Si optas por mezclas caseras o por el uso de limpiadores genéricos, muy probablemente no puedas lograr la profundidad e intensidad limpiadora que estabas buscando en un inicio. Por lo tanto, el segundo paso es escoger un limpiador de la suficiente calidad y fuerza.

3. Eliminar la suciedad de los discos de freno y aclarar

El tercer paso es el más importante de todos: limpiar los discos. Basta con que tomes una bayeta que no deje residuos y la empapes del limpiador que has escogido antes. Posteriormente, teniendo la bicicleta en una posición cómoda para manipularla, es preciso que limpies hasta el último rincón de cada disco.

No hay que olvidar el interior de los orificios, ni tampoco su cara más oculta. Más vale realizar varias pasadas y asegurarte de que la limpieza ha alcanzado cada rincón, que hacerlo rápido y que se limite a ser un repaso superficial. Al fin y al cabo, estamos hablando de los frenos, que cumplen una función específica y vital.

4. Probar los frenos de la bicicleta

Tras frotar y retirar la suciedad, así como dejar que se seque de manera suficiente, es momento de realizar la prueba de fuego. Basta con dar unas vueltas, primero con prudencia y cuidado y luego con algo más de confianza y velocidad. Hay que probar a frenar en seco, frenar progresivamente, y frenar con cada una de las manetas por separado.

Más vale detectar algún posible fallo en este momento, que esperar a un día de ruta y tener que cancelarla antes de comenzarla. O peor, sufrir un accidente por no haber podido frenar con la inmediatez requerida por las circunstancias del momento.

Realizar un mantenimiento adecuado

Del mismo modo que en otras ocasiones hemos hablado acerca de cómo limpiar la bicicleta completa, en esta ocasión hemos optado por unos consejos más específicos. Todos son igual de importantes. Al fin y al cabo, la extensión de la vida útil de los objetos muy a menudo depende de un correcto mantenimiento, y la bicicleta no es, en ningún caso, una excepción.

Apostar por productos expertos y reconocidos, dedicar el tiempo suficiente e informarte sobre cómo llevar a cabo el mantenimiento son pasos esenciales para sacar el máximo partido a una afición como es el ciclismo. Sea cual sea el nivel al que lo practiques.

En conclusión, con la información del presente texto ya conoces cómo efectuar el mantenimiento de una de las partes más importantes de toda bicicleta: los frenos. En manos de cada cual queda llevarlo a cabo debidamente para poder disfrutar del ciclismo en su máxima expresión. Además, si estas cuestiones te interesan, puedes seguir leyendo más sobre consejos ciclismo en el apartado de mantenimiento en ciclismo.