También deberíamos tenerlo en cuenta en el caso de una bici de carretera, pero en una bici de montaña es quizás más necesario. Muchos aficionados al ciclismo de montaña no tienen en cuenta que la bici necesita un mantenimiento más o menos regular. Obviamente, este mantenimiento debe ser realizado en función del uso y tipo de bicicleta que tengamos. Si usamos la bici para ir una vez a la semana por una pista llana con el resto de la familia y poco más, pues seguramente no necesitaremos una revisión anual; bastará con estar atentos al óxido de la cadena, mantenerla bien lubricada y limpia e ir repasando el inflado de las ruedas y el estado de los frenos de vez en cuando.
Si en cambio solemos darle a nuestra BTT un poco de caña, con recorridos más deportivos una o dos veces por semana (bajadas, subidas, pequeños saltos trialeras, barro, agua…), entonces se hace necesaria una revisión anual. Las bicis de montaña son algo más delicadas que las de carretera, básicamente por dos motivos: sufren una marcha mucho más agresiva sobre el terreno y tienen puntos de giro y componentes más delicados (amortiguadores, rótulas de giro en el cuadro, frenos de disco, etc.).
¿Cómo hacer el mantenimiento a una BTT?
En principio, no hay que ser ingeniero espacial para hacer el mantenimiento de la bicicleta, especialmente en lo que se refiere la transmisión, frenos, limpieza y lubricación de las diferentes piezas. Cualquier usuario podría aprender y revisar su bici con cierta facilidad. Otra cosa es hacer la revisión de las suspensiones (horquilla y amortiguador trasero). Eso quizás sea mejor dejarlo en manos de profesionales: cambio de retenes, niveles de aceite, etc.
En definitiva, con una bici a punto y bien cuidada se disfruta más de nuestro deporte, así que nosotros os recomendamos una revisión anual de vuestra bicicleta, para que le hagan un repaso. También hay que tener en cuenta en ciclismo que un control más o menos periódico de los diferentes componentes puede servir para ahorrarnos dinero, ya que muchas veces una falta de cuidado en algún componente puede provocar otros desperfectos que hagan crecer la factura de la reparación.