En los últimos dos años de ciclismo, las marcas de bicicletas están destinando muchos recursos para introducir en el mercado las llamadas “e-Bikes” o bicis eléctricas. Aunque también hay modelos para el segmento de ciclismo de carretera, esta nueva tendencia de las marcas se centra sobre todo en el sector del ciclismo de montaña. Prácticamente todas las bicicleteras dedicadas a este segmento, sobre todo las más importantes, ofrecen actualmente una familia de bicis eléctricas para mtb. El abanico de la oferta va desde bicis rígidas para uso lúdico hasta auténticas máquinas de descenso con recorridos de 200 mm.
La evolución de las marcas en este mercado se nota especialmente en el nivel y precio de los modelos ofertados. Si hasta hace muy pocos años, las e-Bikes eran bicis sencillas a las que se les añadía un motor eléctrico, ahora las marcas están desarrollando modelos propios, específicos para este tipo de propulsión y, quizás lo que más llama la atención, con un enfoque muy deportivo. Además, están destinando muchos de marketing a la promoción de estos modelos, tanto en ferias como en otros eventos en los que la clásica flota de bicis deportivas de gama alta para test, se está sustituyendo por una nueva flota de bicis eléctricas. Definitivamente, la industria ciclista está apostando, y fuerte, por las bicis eléctricas deportivas…
Pero, ¿a qué se debe este nuevo rumbo? ¿Por qué ahora las marcas inciden tanto en la promoción de las bicis eléctricas? ¿Y por qué en modelos deportivos y no en las bicis urbanas? Quizás la respuesta hay que buscarla en que, en cierto modo, lo que las marcas quieren encontrar con esta potente oferta son nuevos nichos de mercado. Es obvio que con las bicis eléctricas disponen de una oferta capaz de satisfacer las necesidades de un público que podría ser reticente a la práctica del ciclismo por el esfuerzo físico que supone: ciclistas de cierta edad, deportistas con algunas dolencias físicas, mujeres poco entrenadas, ex ciclistas que ya no quieren sufrir tanto como antes…
Sin duda alguna, la gran aportación de las e-Bikes es que permiten a personas con un estado de forma inferior pedalear sin problemas junto a otros ciclistas más preparados. Y con unas bicis que ya no parecen engendros con motor, sino bicis muy deportivas. El responsable de marketing de una gran marca explicaba en una feria el típico caso del ciclista en forma que quiere hacer alguna salida con su mujer que no tiene su mismo nivel. “Hasta ahora, explicaba el técnico de la marca, “o hacían salidas muy sencillas y cortas o él la tenía que esperar en todo momento; sin embargo, con una e-Bike podrián hacer una ruta larga prácticamente al mismo nivel”.
¿Qué son las e-Bikes?
Quizás valga la pena recordar que las e-Bikes o bicis eléctricas son modelos a los que se les ha acoplado un sistema de “pedaleo asisitido”. Se trata de un motor eléctrico, generalmente, colocado en el eje del pedalier y que actúa como “ayuda al pedaleo”. Este concepto es importante, puesto que no se trata de un motor que impulse a la bici de forma independiente. El ciclista debe pedalear para que el motor se active. Evidentemente, el impulso del motor puede regularse y en algunos momentos puede representrar casi todo el esfuerzo del pedaleo. Pero también se puede desactivar por completo, para que sea el ciclista quien mueva completamente la bici con la fuerza de sus piernas. Hablaremos más de las e-Bikes y el pedaleo asistido próximamente…