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Estudios biomecánicos

ciclismo de carretera

La biomecánica es cada vez más importante en el ciclismo actual. En los últimos años, muchos aficionados a este deporte se han puesto en manos de expertos en este tipo de ciencia para averiguar cuál es su postura ideal sobre la bicicleta. Y es que en eso, precisamente, consisten los estudios biomecánicos, en encontrar la mejor posición posible para el ciclista a la hora de aunar comodidad y rendimiento.

Hace no tantos años como parece, se practicaba en las tiendas de bici un remedo de estudio biomecánico que pasaba por colocar al ciclista sobre un rodillo y tirar una plomada desde la punta del asiento y poco más… Comparado con las técnicas actuales, aquellas prácticas parecen cosa de curanderos y chamanes. Cabe decir también por aquellos años, la idea de hacerse un estudio postural, sobre la bici, con un experto y unas máquinas… sonaba casi a ciencia ficción; era posible hacerlos pero no estaban al alcance de todo el mundo.

A día de hoy, la biomecánica es prácticamente un producto comercial más en muchas tiendas de bicicleta. Prácticamente no hay marca importante de bicicletas que no tenga su propio método para evaluar la correcta colocación del ciclista en su bici. Evidentemente, quienes ejecutan los estudios son empleados de las tiendas que han recibido una formación determinada de las propias marcas o proveedores. Es decir, es cierto que se han generalizado mucho esta tipo de estudios en ciclismo de carretera y montaña pero sobre todo porque el componente mecánico, industrial, del mismo ha avanzado mucho. Eso no quita para que siga habiendo gabinetes especializados en entrenamiento y biomecánica que no son tiendas de bicicleta.

ciclismo

Si antiguamente la biomecánica se limitaba a tomar las medidas al ciclista y traspasarlas a su bicicleta (ajustando distancia de potencia y colocación del sillín), hay que decir que actualmente el método empleado es mucho más fiable. La mayoría de sistemas colocan al ciclista sobre un simulador (y también sobre su propia bici) que, a través de unos sensores, captan el movimiento del mismo y calculan sus medidas y ángulos de pedaleo. En principio, esta captación de cotas se hace sobre una superficie plana aunque ya empiezan a aparecer sistemas de captación en 3D.

Básicamente, lo que hacen los aparatos de captación del movimiento es comparar las medidas reales del ciclista en movimiento con las medidas teóricas que un individuo de su talla debería llevar. Por eso es tan importante, el estudio antropométrico previo: medición de tronco, brazos, piernas, altura de la cadera, colocación de los pies, etc. También suele ser muy importante averiguar qué problema tiene el ciclista sobre su bici. Esto es, muchos ciclistas suelen ir sobre la bici en una postura totalmente indeseable, pero curiosamente no sufren molestias… en estos casos, el biomecánico suele aconsejar no hacer nada (lo importante es que el ciclista se sienta lo más cómodo posible sobre la bici).

El coste de un estudio de este tipo suele variar

Entre los 150€ y los 300€. Podemos pensar que es un coste elevado, pero teniendo en cuenta que muchas de las bicis que usan los ciclistas más apasionados cuestan tres, cuatro o cinco mil euros, el coste de la biomecánica no parece tanto. Cabe destacar que el informe definitivo del estudio es, en principio, una especie de certificado que muestra cuál es nuestra posición ideal sobre la bici; lo cual nos servirá de guía a la hora de comprar una nueva bicicleta: la referencia siempre será nuestro informe biomecánico. Por otro lado, recordar a nuestros lectores que se hacen estudios biomecánicos tanto para ciclismo de carretera como ciclismo de montaña (mtb) como para bicicletas tipo cabra (triatlón).