El ciclismo tiene un calendario aparte
Un buen aficionado ubica los acontecimientos sucedidos en su vida entre marzo y septiembre según con qué carrera coincidieron. “Nos fuimos de barbacoa la tarde antes de Roubaix”. “La conocí el jueves de la semana de las Ardenas”. “Lo dejamos en la última etapa de Dauphiné”.
En este particular almanaque mayo no se llama “mayo”, sino Giro. No tiene el color verde de la primavera, sino el rosa de la Gazzetta dello Sport. En él hablamos italiano en detalles como llamar ‘tifosi’ a los aficionados, presentes en cada metro de carrera con un entusiasmo envidiable que raya la locura. Vivimos las dos primeras semanas de competición con emoción y la última con deleite porque de repente cada día es una etapa de ciclismo de alta montaña brutal donde los ídolos luchan contra la extenuación en busca de la victoria.
El pasado fin de semana inició el Giro d’Italia con una crono por equipos por el carril bici de San Remo en la cual se impusieron los australianos de Orica-GreenEdge, de largo el mejor equipo ciclista del mundo en esta especialidad pese a que los vigentes portadores del ‘arcoíris’ sean los BMC. Después vino una jornada llana resuelta en un esprín a cara de perro que cayó en la cuenta de Elia Viviani (Sky). Y el lunes, en el primer contacto con la montaña, un pelotón cribado llegó a meta y la victoria correspondió a Michael Matthews (Orica), un amante de esta carrera que se impuso vestido de ‘rosa’.
El liderato provisional de Matthews puede extenderse durante lo que resta de primera semana del Giro. Siendo él un esprínter, habría terreno de sobra para arrebatarle la prenda con los finales en alto de Abetone y Campitello Matese más los quebrados de La Spezia y Fiuggi. Sucede que ‘Bling’ es un privilegiado capaz de lidiar con las pendientes moderadas y probablemente haya que esperar a finales de la segunda semana para verlo descolgarse exhausto. Además, a los Contador, Aru, Urán y Porte, ahora mismo en empate técnico con diferencias mínimas a raíz de la CRE, no les interesa tomar el liderato tan pronto por no desgastar a sus coequipiers tirando del pelotón.
Durante la semana que acabamos de cerrar, el otro gran foco de atención estuvo en los Cuatro Días de Dunkerque. En ellos el equipo Cofidis se desempeñó con brillantez. Steve Chainel, Adrien Petit o Rudy Molard se mostraron activos y capaces. Pero la palma se la llevó el velocista sueco Jonas Ahlstrand, que en la segunda etapa realizó un esprín fantástico tirando de habilidad y logró anotarse un valioso triunfo. La general de la prueba ciclista gala se la llevó el lituano Ignatas Konovalovas (KM).
Mientras tanto, en la Vuelta a Madrid el premio gordo correspondió a Evgeny Shalunov. El ruso dominó en la primera etapa y pudo permitirse tranquilidad a rueda de sus compañeros de Lokosphinx en la segunda, en la cual campeonó Carlos Barbero (Caja Rural).
Esta semana la atención continuará centrada en el Giro d’Italia. Sólo le robará un poco de protagonismo la Vuelta a Baviera, la mayor prueba por etapas de Alemania. En ella estará Cofidis con Nacer Bouhanni en cabeza y todos sus hombres de confianza a su alrededor.