Se nos fue la primera gran vuelta de la temporada 2016. El Giro de Italia ya es historia y, como historia que es, también hay ciclistas que han dejado ya su imborrable huella. La más importante es la del campeón, que en este caso no es otro que Vincenzo Nibali. El italiano del Astana se lleva su segundo Giro de Italia tres años después de ganar el primero, y con suma cuatro grandes vueltas a lo largo de una carrera deportiva que todavía tiene algunos años por delante para seguir cosechando éxitos.
El caso es que este Giro de Nibali ha sido de todo menos plácido, como sí lo fue el Tour 2014 que se adjudicó con una diferencia abismal sobre Péraud y Pinot. El ‘Squalo’ estaba a más de cuatro minutos de la ‘maglia rosa’ antes de las dos últimas etapas de montaña. Su imparable ambición y una buena dosis de fortuna han hecho que acabe por imponerse en Turín. En cualquier caso, él hizo lo que tenía que hacer, que no era otra cosa que atacar con fuerza para apurar sus opciones.
Le salió bien. En el Colle dell Agnello, Nibali lanzó un fuerte ataque al que pudieron responder Chaves y Kruijswijk –sin la fuerza de días anteriores-, y en el que Valverde terminó por ceder. Bajando el coloso alpino, el neerlandés del Lotto NL-Jumbo cometió un error. Había subido tan al límite, ciego por seguir la rueda de Nibali y Chaves, que intentó comer algo para recuperar fuerzas. Lo hizo donde no debía y se estrelló contra el talud de nieve que se alzaba a la derecha de la carretera. Allí se dejó también el Giro.
Nibali, con compañeros por delante gracias a la labor táctica de Astana, siguió metiendo tiempo al líder, mientras Valverde se afanaba por llegar detrás. No lo logró, y en la cima de Risoul el ‘Tiburón’ ganaba la etapa y se quedaba a sólo 44 segundos de la prenda rosa, con el ‘tappone’ de Sant’Anna de Vinadio en medio.
Allí sucedió el resto. El italiano volvió a la carga en el Colle della Lombarda, frontera natural entre Francia e Italia para volver al país transalpino. Lanzado por un tremendo Scarponi recuperado como ‘capitano’, el siciliano volvió a atacar en la última gran subida del Giro. Primero Valverde y Chaves se le pegaron a rueda, mientras Kruijswijk sufría. Después, tampoco el murciano ni el colombiano eran capaces de seguir a Nibali.
Pero Valverde no había dicho aún su última palabra
Y con un derroche de casta y experiencia fue limando poco a poco la desventaja con Nibali hasta que logró soltar a Chaves. Kruijswijk, lejos de estar en plenitud moral y física, se dejó aún más tiempo y el murciano consiguió subir al podio. En el repecho de Sant’Anna di Vinadio, Nibali sacó 13 segundos a Valverde, mientras Chaves y Kruijswijk llegaban juntos a más de minuto y medio.
El podio final fue formado por Nibali, con Chaves a 52” y Valverde a 1’17”. Para el italiano son cuatro grandes vueltas y otros cuatro podios. Mientras tanto, el siempre sonriente ‘Chavito’ se subía al primer ‘cajón’ de su carrera deportiva, y Valverde también sumaba su octava presencia. Una Vuelta a España (2009), dos veces segundo y tres tercero, con otro tercer puesto en Giro y Tour. Una carrera ciclista para enmarcar.
Fuera de los tres mejores, destacaron también otros como la ‘maglia bianca’ Bob Jungels, luxemburgués que acabó sexto y mejor joven con mucha diferencia. O Mikel Nieve, que en un Giro al que llegó de rebote ganó una etapa y se llevó la general de la Montaña. Giacomo Nizzolo se llevó la ‘maglia rossa’ –roja- de los puntos. Son los nombres que quedan inscritos en el palmarés de la primera gran vuelta del año. Recién acabada la carrera italiana, las miradas se van dirigiendo ya a Francia. Pero aún queda mucho ciclismo por disfrutar hasta entonces.