La 18ª etapa de la carrera española acabará en lo alto de esta montaña asturiana, llamada Gamoniteiro, que presenta unos números de verdadero gigante del ciclismo.
Poco más de 15 kilómetros de subida constante con una pendiente media al 9,7%. Se dice pronto, pero hay que subirlo. Si exceptuamos el famoso Angliru, es probable que se trata de la subida más dura que jamás se haya incluido en una Vuelta a España. El día señalado será el jueves 2 de septiembre, en una etapa ciclista de 170 kilómetros con salida en Salas y que se puede considerar la “reina” de la Vuelta 2021: tres puertos de primera categoría (San Lorenzo, Cobertoria y Cordal) y final por vez primera en el mencionado Gamoniteiro.
Estamos ante una montaña asturiana que desde hace tiempo reclamaban para la carrera ciclista española muchos blogueros y aficionados. Curiosamente, se encuentra muy cerca del otro gran mito de la geografía asturiana ciclista: el Angliru. Las dos cumbres forman las más altas estribaciones de la sierra del Aramo, en el centro del territorio asturiano y alzándose ambas por encima de los 1700 m sobre el nivel del mar.
Gamoniteiro versus Angliru
Pero mientras que la subida al Angliru presenta tramos realmente salvajes, con largas cuestas por encima incluso del 20%; el Gamoniteiro tiene su kilómetro más duro justo al final y es al 13,3%. Se trata, por tanto, de una subida dura, muy dura, pero que entra dentro de los esquemas ciclistas más clásicos, con varios kilómetros al 10% de pendiente sostenida, constante, machacona… Para muchos aficionados al ciclismo, es el tipo de puerto realmente interesante para el devenir de la batalla entre favoritos, ya que los ciclistas con fuerzas tienen margen para atacar y contraatacar con este tipo de porcentajes. En cambio, las rampas durísimas del Angliru bloquean muchas veces los movimientos, ya que los ciclistas apenas pueden pensar en otra cosa que no sea mantenerse con el rival que lleven a rueda.
Aunque la Vuelta 2021 será la primera edición en la que se instalará un final de etapa en el Gamoniteiro, hay que decir que la carretera que lleva hasta él no es para nada una desconocida de la organización. La subida se inicia desde Pola de Lena y en sus primeros 8 kilómetros coincide con el puerto de la Cobertoria, un paso habitual en las etapas asturianas y antaño famoso por su peligroso descenso en días de lluvia.
La ascensión al inédito coloso asturiano propiamente dicho se inicia casi al acabar el km 8. Desde aquí, tomamos una carretera muy estrecha que nos llevará, como en otras tantas subidas desperdigadas por España, a una antena de difusión. El asfalto se ha arreglado en los últimos años y seguramente se adecentará aún más antes del paso de la ronda ciclista española. Este tramo final de casi 7 km es sin duda el más duro, con pendientes constantes en dos dígitos, rampas puntuales del 15-16% y un kilómetro final demoledor al 13,3%.
Desde el escaso terreno en el que se sitúa la cima, a 1772 m de altitud, se pueden divisar en un día despejado desde Oviedo, la Peña Ubiña, el valle de Quirós y los majestuosos Picos de Europa. Sin duda, la inclusión de esta gran montaña a la Vuelta España será todo un éxito que pasará a engrosar la lista de “puertos míticos” de nuestra carrera ciclista.