“QH, Quebranta, La Quebrantahuesos…”, desde hace años estas palabras forman parte prácticamente del día a día para muchos aficionados al ciclismo de carretera.
No hay una explicación clara de por qué, desde hace años, la marcha cicloturista que se celebra en Sabiñánigo (Huesca) el penúltimo mes de junio congrega a miles y miles de ciclistas. La Quebrantahuesos es, de largo, la marcha cicloturista más popular de cuantas se celebran en España, verdadero objetivo, reto y cima para muchos de ellos que entrenan y planifican sus pedaladas de todo el año para enfrentarse al recorrido de la QH.
Un recorrido que, pese a sus casi 200km y 3500m de desnivel no es especialmente duro, ni complicado, ni retador… O, dicho de otra manera, lo es tanto como otros muchos recorridos que ofrecen otras muchas marchas. Pero sea por la razón que sea, el caso es que cada año a la QH le llueven las solicitudes de inscripción. Tal es así que desde hace varias ediciones han tenido que sortear las 8500 plazas que ofrecen anualmente (se suelen recibir el doble de peticiones).
La fecha de la QH, a finales de junio
–Simbólicamente cuando los niños finalizan el curso escolar, justo antes de entrar en el periodo vacacional– implica para muchos ciclistas un punto y aparte en sus pedaladas anuales. Muchos vienen entrenando intensamente desde noviembre o diciembre, en un deporte que les exige muchas horas, un tiempo prestado a la familia que muchos suelen devolver a partir precisamente de julio, al acabar la QH. La importancia simbólica entre los ciclistas de esta marcha es tal que muchos se catalogan entre ellos en función del tiempo que han realizado en la QH, aunque sea tiempo atrás: “”No veas con este, hizo 6h20’ hace tres años en la QH!”, se puede oír en las grupetas con cierta admiración.
El recorrido de la Quebranta es el de una marcha distancia
Los más rápidos suelen completarla en apenas 6h, pero la gran mayoría de ciclistas tardan entre 8 y 12 horas. La mitad de su recorrido transcurre por el Pirineo francés. Sin duda alguna, esta es la parte más bonita y más verde del recorrido, y la que encierra las mayores dificultades para los ciclistas. La ruta se mantiene invariable desde hace muchos años, con los pasos de montaña del Somport, Marie Blanque, Portalet y Hoz de Jaca. El Marie Blanque y el Portalet merecen una mención a parte, ya que son los dos puertos que requieren un mayor esfuerzo para los ciclistas.
El Marie Blanque es un puerto corto (unos 10km) pero con 4km finales muy empinados, con rampas contantes por encima del 10% y sin ningún descanso. Esos cuatro kilómetros son claves en el recorrido y obligan a la mayoría de ciclistas a usar desarrollos especialmente grandes para poder solventarlos con garantías. De hecho, una mala elección de desarrollos para este tramo puede condicionar el resto de la marcha. El segundo puerto importante de la QH es el Portalet, se trata de una ascensión larga y tediosa, de casi 30km, con una primera mitad llevadera, con rampas suaves e incluso algún falso llano. En los últimos 8km, la pendiente se hace más dura, nunca por encima del 8%, pero las muchas horas sobre la bici y el esfuerzo acumulado, hacen que esa parte final del Portalet se haga muy dura para la mayoría.
Entre quienes han participado alguna vez en la QH es mítico el recuerdo que tienen del paso por la cima del Portalet. Miles de aficionados, sobre todo vascos, animan y gritan a los ciclistas como si estuvieran disputando un Tour de Francia o la Vuelta a España. Algunos incluso ofrecen bebida, comida y periódicos para la bajada… El ambiente en esos últimos kilómetros es muy emocionante para quien lleva varias horas pedaleando y esforzándose al límite de sus posibilidades. En internet, se pueden ver muchos vídeos que muestran ese impresionante ambiente. En definitiva, la QH se ha convertido, con razón o no, en el gran referente para la mayoría de aficionados al ciclismo de carretera en España. Para quienes se acerquen a ella por primera vez, es muy aconsejable hacerlo con respeto y guardando fuerzas para los últimos 50km. Es una marcha muy larga.