El Tour de Francia afronta, ya sí, su recta final con el segundo día de descanso. Es curioso, porque la diferencia de Froome con respecto a sus rivales menor que en los últimos años, y sin embargo da la sensación de tener la carrera mucho más controlada que en ediciones anteriores. El corredor británico del Sky no ha mostrado fisuras en ningún terreno, e incluso ha sacado tiempo en lugares que normalmente no le beneficiaban, por ejemplo los descensos. Después, le ha servido con hacer valer su superioridad en la contrarreloj para dejar la carrera muy favorable.
Todavía queda la traca final, compuesta por cuatro etapas sin el menor respiro por los alpes suizos y franceses, pero lo cierto es que los aspirantes a vestir el amarillo en París –que es cuando realmente vale- prácticamente no se han movido. De esa manera resulta difícil poner en cuestión el dominio de un equipo como Sky, que además de tener a un líder fuerte lleva una verdadera armada a su alrededor: el ritmo de Mikel Landa, Nieve, Poels, Henao y Thomas es difícilmente accesible para el resto de corredores del pelotón. De hecho, suele dejar el grupo reducido a los 15 mejores de la general.
Aun así, lo cierto es que Nairo Quintana o Richie Porte deben pasar al ataque. El corredor de Movistar, que ha fiado toda su temporada al Tour de Francia, es ahora mismo cuarto a 2’59” del líder británico. Mientras que Richie Porte marcha en este momento en séptimo lugar a 4’27”. Y ya no hay muchas más oportunidades.
Todos los ‘gallos’ del pelotón han dicho reiteradas veces que iban a ser prudentes y esperar a esta tercera semana para lanzar los movimientos y tratar de hacer daño de verdad. El momento ha llegado y, tras la jornada de descanso, será el turno para tratar de darle la vuelta a la carrera. Hasta ahora, el que más lo ha intentado ha sido Romain Bardet, que tiene el podio a 1’19”. Y Mollema, que de momento va segundo en la general, parece tener suficiente con esa posición que sería la mejor de su carrera deportiva en una gran vuelta.
Hasta ahora sólo siete equipos han logrado victoria en un total de 16 etapas, lo que da una idea de lo complicado que es alzar los brazos en el Tour de Francia. El último fue IAM en la compleja llegada a Culoz, donde Jarlinson Pantano consiguió una victoria histórica para el conjunto suizo precisamente en su último año de existencia. Y Peter Sagan, en un sprint reñidísimo que se definió por unos pocos centímetros, privó a Katusha de estrenarse en esta edición del Tour. Junto a IAM y Tinkoff, sólo Dimension Data, Etixx-QuickStep, Giant-Alpecim, Lotto-Soudal y BMC han conseguido ganar. Otras 15 escuadras siguen de vacío.
En lo que se refiere a las clasificaciones secundarias, Sagan sigue apuntalando el maillot verde que, si no pasa nada, va a volver a conseguir. El campeón del mundo eslovaco lleva camino de hacer historia a lo grande en el Tour y superar los seis de Erik Zabel. También Rafal Majka tiene bien encaminado el tercer maillot de la Montaña consecutivo. Más reñida está la lucha por ser el mejor joven entre Adam Yates y Louis Meintjes. El británico lleva 3’03” al sudafricano, pero con lo que queda todo dependerá de quien sea el más regular de los dos. Por equipos, Movistar, Sky y BMC se disputan la primera plaza, de momento favorable al conjunto español.
Llegan los Alpes
La traca final de un Tour muy complicado por su recorrido, pero del que tal vez los espectadores esperasen algo más. Ya no hay tiempo para más especulaciones y es el momento de pasar al ataque sí o sí. Por ahora, Froome llega después de dos semanas plácidas pero sin las amplias distancias que sí disfrutó en los dos años que finalmente consiguió ganar la carrera. Por eso mismo, cualquier mal día puede ser definitivo e irrecuperable, tanto para el que hoy va primero –que tiene más margen por la ventaja- como para los que pretenden destronarlo.