Temían los ciclistas a la primera semana del Tour de Francia como a una vara verde. El pavé, el viento, la lluvia, las caídas, los nervios. Eran nueve días como nueve campos de minas en los que los aspirantes a la general podían dejarse sus opciones en cualquier curva o recta. Y sin embargo, ya los hemos pasado y prácticamente todos siguen milagrosamente vivos. El infortunio liquidó el año pasado a dos de los candidatos al amarillo y esta temporada los ha respetado a todos, lo cual no significa que no haya habido abandonos importantes y dolorosos…
Centrándonos en el podio de París, sólo dos jornadas han marcado verdaderas diferencias. El primer domingo, los cortes provocados por el viento, la inteligencia de Tinkoff y la fuerza de Etixx pusieron minuto y medio en la cuenta de Nibali, Quintana y Purito; el segundo, la crono por equipos sumó desventajas de distinto calado, siendo el gran damnificado un Purito Rodríguez que perdió dos minutos acuciado por una escuadra poco propicia para la disciplina y encima mermada por la retirada de sus dos mejores motores. El catalán suma casi cuatro minutos de desventaja con respecto a la primera posición provisional, pero promete rehacerse. Tiene siete finales en alto para ello y ya lleva una etapa en el zurrón que pondrá al menos un atisbo de sonrisa en su balance de la gran ronda francesa acabe como acabe ésta.
El maillot amarillo lo viste por el momento Chris Froome, que aspira a conservarlo hasta los Campos Elíseos apoyándose en la fortaleza de su Team Sky, que hasta ahora ha funcionado perfectamente en su misión de evitarle una pedalada de más. Froome ha respondido con fuerza individual, manteniéndose con los mejores en todos los finales en cuesta y marcando una prestación razonable en la crono inicial. E incluso la suerte ha estado de su parte en instantes cruciales en los que parecía a punto de irse al suelo o al palco. Si sigue en este círculo virtuoso será difícil desbancarle.
Igualmente inspirado en este Tour de Francia ha estado Alberto Contador. El minuto que le separa de Froome en la general reside en una pequeña crisis en el Muro de Huy, nada significativo, y en que su Tinkoff-Saxo no estuvo brillante en la CRE de ayer. Más complicada es la situación para Vincenzo Nibali, el gran decepcionado por cuanto a priori pensaba salir con ventaja de esta primera semana y a la postre se lleva dos minutos y medio de castigo por errores puntuales que redundan en una situación de nervios poco beneficiosa. Más tranquilo está Nairo Quintana, que ha logrado sobrevivir a los envites con “sólo” dos minutos de pérdida y tiene ante sí un sinfín de ocasiones de enjugarlos.
En los esprints, el gran triunfador ha sido André Greipel, con dos parciales anotados en exhibiciones de fuerza y velocidad; Mark Cavendish capturó una victoria y los demás concluyen este primer de tramo en blanco. Los que concluyen. Porque uno de los grandes favoritos de las llegadas masivas ya está en casa. Se trata de nuestro Nacer Bouhanni, el abandono del Tour de Francia más relevante de lo que llevamos de Grande Boucle junto a Fabian Cancellara y Tony Martin, que plegaron, desafortunados, cuando vestían de amarillo.
A Nacer Bouhanni le atacó el infortunio camino de Amiens
Segunda opción franca para velocistas, tras un prometedor sexto puesto en el pavé de Cambrai. Marchaba Cofidis agrupado dentro del pelotón cuando uno de los ciclistas tocó el freno de su bicicleta que, mojado, no respondió. El resultado fue una caída de casi todo el bloque que eliminó al boxeador. Por fortuna, los ‘rojos’ no se han amilanado y han reaccionado buscando protagonismo en las llegadas con Julien Simon y Geoffrey Soupé y a través de fugas como las protagonizadas por Kenneth Vanbilsen o Luis Ángel Maté. Ahora, con la aparición de la parte de ciclismo de montaña, tanto el ‘Lince Andaluz’ como los otros dos escaladores del equipo, Dani Navarro y Nicolas Edet, tendrán ocasiones propicias para lucirse en este Tour de Francia.