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El Col de la Loze: anatomía de un coloso moderno

Col de la Loze

En apenas unos años, el Col de la Loze ha pasado de ser una pista de paso de pastores en los Alpes franceses a convertirse en uno de los grandes protagonistas del Tour de Francia. Situado en el corazón de Les Trois Vallées, este puerto de montaña exclusivo para ciclistas ya es sinónimo de épica en la Grande Boucle, con sus rampas imposibles finales y unos paisajes inmejorables.

La aparición del Col de la Loze en el recorrido de 2020 y 2023 dejó imágenes para la historia del Tour. En este año 2025, vuelve a ser un escenario decisivo, pues es la etapa reina del Tour de Francia. ¿Qué hace tan especial a este coloso alpino? ¿Por qué es ya un símbolo del ciclismo moderno? Sigue leyendo para saberlo todo sobre el Col de la Loze: su historia, altimetría, vertientes y papel clave en el Tour de Francia.

Un nuevo gigante en los Alpes

El Col de la Loze no existía como carretera ciclable hasta hace muy poco. Antes del año 2019, era una pista de mantenimiento que conectaba las estaciones de esquí de Méribel y Courchevel en Savoie. Los operarios la usaban para acceder a los remontes en verano, pero no era apta para bicicletas ni para el tráfico rodado.

En mayo de 2019, dentro del proyecto Via 3 Vallées, se asfaltó este paso a 2 304 metros de altitud para crear una vía exclusiva para ciclistas. Se prohibió el acceso al Col de la Loze a los vehículos a motor, salvo para servicios de emergencia y mantenimiento. El resultado es una carretera única en Europa: silenciosa, técnica y pensada para la práctica deportiva.

Geográficamente, el Col de la Loze se ubica en el macizo de la Vanoise, en los Alpes franceses. Une los valles de Les Allues (Méribel) y Saint-Bon-Tarentaise (Courchevel). Desde su cima, las vistas abarcan algunas de las montañas más icónicas de los Alpes, como el Mont Blanc y la Grande Casse.

Este nuevo gigante no tardó en llamar la atención del Tour de Francia.

El Col de la Loze debutó en 2020 en la carrera, con una etapa memorable que ya auguraba su importancia futura. Su singularidad y dificultad lo han consolidado como uno de los puertos más temidos y respetados de los últimos años.

Altimetría y vertientes del Col de la Loze

El Col de la Loze es un puerto de contrastes. Aunque sus cifras globales pueden parecer moderadas, la realidad es bien distinta. Sus últimos kilómetros concentran una dureza extrema con rampas superiores al 20% y un trazado muy irregular. Para la etapa 18 del Tour, el Col de la Loze será el broche de oro a los 171,5 km con más de 5 400 m de desnivel positivo, en la que también se subirá el Col de la Madeleine antes de afrontar la temida ascensión final.

El Col de la Loze encarna la nueva era del ciclismo. Es una carretera concebida para los ciclistas, sin tráfico motorizado, con un trazado desafiante y paisajes de ensueño. Su aparición en el Tour ha demostrado que no hace falta una larga historia para convertirse en un mito. En 2025, será una vez más juez y verdugo en la batalla por el maillot amarillo.

Ascenso por Méribel (vertiente oeste)

  • Longitud: 22,6 km desde Brides-les-Bains.
  • Desnivel: 1 688 m.
  • Pendiente media: 7,5%.
  • Pendiente máxima: hasta 24% en los últimos kilómetros.

El ascenso al Col de la Loze comienza suave, pero a medida que se deja atrás la estación de Méribel, la carretera se transforma. Los últimos 6 kilómetros son exclusivos para ciclistas y presentan una sucesión de muros y descansos que exigen constantes cambios de ritmo. Esta “montaña rusa” de rampas hace que la gestión del esfuerzo sea clave.

Ascenso por Courchevel (vertiente este)

  • Longitud: 26,4 km desde Moûtiers.
  • Desnivel: 1 826 m.
  • Pendiente media: 6,5%.
  • Pendiente máxima: 16%.

Desde Courchevel 1850, la subida al Col de la Loze también se adentra en la vía ciclista exclusiva. Aunque la pendiente es algo más regular que en la vertiente oeste, el esfuerzo acumulado y la altitud la convierten en un auténtico desafío. Ambas vertientes comparten un denominador común: una parte final que puede destrozar al pelotón y decidir la clasificación general.

El Col de la Loze en el Tour de Francia

El Col de la Loze ha tenido un impacto inmediato en el Tour de Francia a pesar de su corta historia. Desde su debut en el año 2020, ha sido escenario de momentos decisivos y de ataques espectaculares.

Momentos históricos

  • 2020: Miguel Ángel López se impuso en la cima tras un brutal ataque, mientras Roglič consolidaba su ventaja sobre Pogacar.
  • 2023: Felix Gall ganó en Courchevel tras una jornada épica en la que Pogacar cedió ante un implacable Jonas Vingegaard, dejando una frase para el recuerdo: “I’m gone, I’m dead”.

En ambas ocasiones, el Col de la Loze fue el punto más alto del Tour, lo que le valió el honor de ser el Souvenir Henri Desgrange. Este es un galardón que se otorga al primer ciclista que corona el puerto más alto del Tour de Francia. Rinde homenaje a Henri Desgrange, fundador y primer director de la carrera. Este premio simboliza la dureza y grandeza de las montañas en el Tour. En 2025, el Col de la Loze volverá a entregar este galardón durante la etapa 18.

Como hemos visto, el Col de la Loze es todo un coloso que vuelve a ser decisivo en el Tour de Francia 2025, a pesar de ser únicamente su tercera aparición. Si quieres estar al tanto de toda la actualidad ciclista y conocer los puertos más emblemáticos del ciclismo, ¡sigue atento a las próximas publicaciones de nuestro blog!