El ciclismo belga vivió este miércoles 16 de abril una jornada inmejorable con la victoria de Milan Fretin en la disputa del Tour de Limburgo (Ronde van Limburg), una clásica que en los últimos años ha ganado peso en el calendario UCI. La edición de 2025 no decepcionó y ofreció un final caótico a la par que emocionante, en el que Milan Fretin firmó su tercer triunfo del año y el primero de su carrera en casa.
El joven belga del Team Cofidis consolidó su tendencia ascendente en esta temporada, tras los éxitos en la Volta Algarve y en la Clásica Almería. Además, lo hizo en unas condiciones casi heroicas: ganando al sprint con la bicicleta de su compañero, Stanisław Aniołkowski, tras haber sufrido un problema mecánico en los últimos kilómetros.
Una prueba con un final accidentado
La edición de 2025 del Tour de Limburgo partía de Hasselt y concluyó en Tongeren, tras un recorrido de 179 kilómetros con múltiples ascensos, tramos técnicos y un paso previo por la línea de meta. Desde el inicio, el pelotón se mostró tranquilo, y ninguna fuga logró consolidarse hasta bien entrada la segunda mitad de la carrera.
En los últimos 20 kilómetros, el ritmo se intensificó y los equipos con velocistas tomaron el control. Fue en ese momento cuando Milan Fretin sufrió un percance mecánico que le obligó a cambiar de bicicleta. Sin embargo, lejos de perder opciones, el belga demostró una enorme determinación para reengancharse al grupo.
La parte final de la prueba, disputada a alta velocidad, estuvo marcada por una caída que involucró a varios corredores, motivada por una confusión en el trazado. Afortunadamente, sin consecuencias graves, Milan Fretin supo mantenerse en cabeza, quedando favorecido por el caos generado.
Milan Fretin venció con la bicicleta de Aniołkowski
Lo que hace aún más especial la victoria de Milan Fretin es la forma en la que se produjo.
Tras el problema mecánico, su compañero de equipo Stanisław Aniołkowski no dudó en cederle su bicicleta. Un gesto de generosidad y trabajo en equipo que el joven belga supo recompensar con una victoria, que más que nunca tiene un sentimiento colectivo.
El propio Milan Fretin lo explicaba al término de la prueba: “No podía creer que esto estuviera pasando. Cambié de bici y me centré en mantener la posición. Al final, todo salió perfecto”. La imagen del corredor del Team Cofidis cruzando la meta alzando los brazos fue una de las más compartidas del día en redes sociales.
El podio lo completaron Simon Dehairs (Alpecin-Deceuninck) y Milan Menten (Lotto Dstny), mientras que el español Eduard Prades firmó una meritoria séptima plaza. Con este triunfo, Milan Fretin suma su tercera victoria de la temporada, reafirmando su creciente papel dentro del conjunto del Team Cofidis.
La tercera de Milan Fretin, en casa
El Tour de Limburgo tiene un valor simbólico para Milan Fretin, natural de Genk, de la provincia de Limburgo. Ganar en casa, ante su público y en una carrera que conoce desde niño, fue un sueño cumplido. “Es un día muy especial para mí. Esta carrera siempre ha estado en mi calendario de sueños, y lograrlo aquí, con mi familia animando, es inolvidable”, comentó emocionado en la línea de meta.
Milan Fretin, de 24 años, ha ido creciendo desde su etapa sub-23. En 2024 se vieron destellos de su calidad con el Team Cofidis, con dos victorias de etapa. Sin embargo, 2025 está siendo el año de su confirmación y evolución como un corredor competitivo en las volatas al sprint.
La Ronde van Limburg deja claro que Milan Fretin es mucho más que una promesa. Con tres victorias en su haber este 2025 y una personalidad que conecta con la afición, el belga se consolida como uno de los nombres propios del ciclismo europeo. Hablar de Milan Fretin es sinónimo de potencia, talento y ambición.
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