Casi desde que el ciclismo es ciclismo existe la disciplina de ciclocross, una disciplina que se practica en invierno y que tiene muchos seguidores en el norte de Europa.
En el ciclismo profesional, el invierno es sinónimo de barro y ciclocross. Instaurada a mediados del pasado siglo, el ciclocross (hay quien lo llama bicicross) es una disciplina que con los años se ha definido de manera muy concreta y limitada a un época del año. En términos generales, se podría decir que el ciclocross nace de la necesidad y ganas de pedalear fuera de la carretera. Obviamente, hace 50 o 60 años no había la variedad de bicis que tenemos hoy en día, con lo cual lo que se hizo fue adaptar la bici de carretera (la “bici de carreras”) para rodar campo a través.
Con los años –y quizás también el boom del ciclismo de montaña a mediados de los 90– el ciclocross ha quedado como una práctica de ciclismo muy enfocada a la competición. Es en países como Bélgica, Holanda, Francia, Alemania o Chequia, donde esta variedad del ciclismo tiene más arraigo. En España la afición está muy limitada al norte (sobre todo al País Vasco) y lo cierto es que el calendario nacional de pruebas es bastante limitado.
Las carreras
En cuanto a la competición, el ciclocross se corre en circuitos, por campo a través, en pruebas que suelen durar entre una o dos horas (en este sentido se parece mucho a las pruebas XC del BTT). Se corre de forma individual (aunque puede haber corredores de un mismo equipo), cada uno con sus fuerzas, y las tácticas de equipo apenas tienen presencia. Los circuitos suelen ser un híbrido entre naturales y artificiales, ya que se suelen colocar obstáculos expresamente para que los corredores tengan que realizar algún tramo con la bici cargada (escalones, pirámides, pequeñas vallas…). Un purista dirá que el auténtico ciclocross debe correrse sobre barro. Es cierto que esto es lo más habitual en carreras en el norte de Europa, pero no siempre tiene que ser así.
Las bicis
De hecho, la presencia del barro (e incluso hielo) en el terreno es lo que motivó que las diferencias que vemos actualmente entre una bici de carretera y otra de ciclocross. Estas tienen un paso de rueda más ancho; para poder alojar neumáticos más anchos y con taco y para poder evacuar el barro. Las vainas, por tanto, son un poco más largas (por el mismo motivo). Los frenos suelen ser de disco o cantilever (tirador central) para que el barro no interfiera en la frenada. Además, la caja de pedalier suele ser un poco más elevada, para evitar chocar con algún obstáculo, se suelen usar pedales y zapatillas de BTT y algunos ciclistas suelen montar manetas de frenos en la parte central del manillar. Otra diferencia importante es que estas bicis no llevan portabidones y tienen el cableado o interno o por encima del tubo horizontal (sin caída); esto es así para facilitar la operación de cargar la bici al hombro cuando hay que pasar obstáculos a pie.
A nivel de competiciones, las más importantes se corren en el norte de Europa entre noviembre y enero. La UCI organiza la Copa del Mundo, con una serie de prestigiosas pruebas puntuables. El colofón a la temporada es la celebración del Mundial de Ciclocross a principios de enero. En España las pruebas más importantes son las que forman la Copa de España y los campeonatos nacionales.