El Muro de Sormano (1124m) fue la primera “cuesta imposible” de la historia del ciclismo. La empinada y estrecha carretera forma parte de Il Lombardia, el último de los Monumentos del ciclismo que se disputó el sábado entre Bérgamo y Como: la gran clásica del otoño.
La historia del Muro de Sormano es curiosa, ya que su introducción nada menos que en 1960 fue todo un acontecimiento para el ciclismo de ese momento. Pero sus 2,4 km al 15% de pendiente media y con picos del 24% quizás llegaron demasiado pronto, ya que en aquellos momentos los desarrollos máximos que podían usar los ciclistas podrían ser, con suerte, un 42×25.
El experimento de aquel Giro de Lombardía, dirigido por Vincenzo Torriani, apenas duró un par de años. En 1963 ya no se repitió la experiencia, ya que para la mayoría de ciclistas era literalmente imposible superar aquellas cuestas y tenían que bajarse de la bici y caminar. El público también tomaba partido por sus ciclistas favoritos a quienes empujaban sin disimulo, lo que desvirtuaba la competición.
El italiano Ercolo Baldini dejó el récord de esta subida en 9’24” en 1962. Una marca que obviamente rebajó Joaquim ‘Purito’ Rodríguez cuando el Muro se rescató el Muro en 2012, fijando la nueva marca en 9’02”.
Un gran reto histórico
Desde entonces, el Muro de Sormano es uno más de los grandes atractivos de Il Lombardia y de la historia del ciclismo, una cuesta que se sitúa antes del tramo final de la carrera, justo tras descender el alto de la Madonna del Ghisallo. Por suerte para los ciclistas, en la actualidad las bicicletas han evolucionado mucho y los ciclistas pueden montar desarrollos muy holgados que les permiten ascender, no sin esfuerzos, este tipo de rampas muy empinadas.
En este vídeo podemos ver la subida al Muro de Sormano en Il Lombardia 2013: