Los planes de desconfinamiento de los gobiernos ponen en aprietos al ciclismo internacional, empezando por el Tour de Francia cuya salida según el calendario ciclista interfiere con los plazos dados por Macron.
Reestructuración del calendario ciclista
El Tour de Francia y la UCI pactaron hace unas semanas una reestructuración del calendario ciclista que colocaba a la ronda francesa y los Mundiales de Ciclismo como eje principal sobre el que pivotarían el resto de las competiciones. Si todo iba bien, el Tour empezaría el sábado 29 de agosto. Pero, lamentablemente, en esta crisis por el coronavirus, hacer predicciones es muy complicado. El Gobierno de Francia anunció ayer su plan de desconfinamiento que incluye la prohibición de eventos deportivos de más de 5.000 personas hasta el 31 de agosto.
Esto afecta de lleno a la gran salida del Tour en Niza (al menos en las dos primeras etapas). Ahora no se sabe qué pasará y aunque la ministra de Deportes francesa ha explicado, sin citar expresamente el Tour, que se puede estudiar la viabilidad de algunos eventos con normas concretas, está claro que los planes de los organizadores se tambalean. Pero, además, las nuevas restricciones en Francia también afectarán al Critérium del Dauphiné, Tour del Limousin, Campeonato de Francia, entre otras carreras, que se habían programado pensado en un agosto normalizado o casi. Ahora ya sabemos que no será así y que, en todo caso, serían competiciones que únicamente podrán celebrarse bajo condiciones muy estrictas de evitar aglomeraciones.
En España sabemos ya oficialmente que la Volta ha renunciado oficialmente a tener un hueco en 2020 y prepara ya la edición centenaria para 2021. Seguramente lo mismo ocurrirá con los campeonatos nacionales que quedarían desiertos y muchas vueltas menores están anunciado que no se disputarán este año (Volta a Castellón, por ejemplo).
Está claro que con el actual panorama no hay nada seguro. Y especialmente para las otras grandes vueltas por etapas. La Vuelta a España, por ejemplo, sigue trabajando en modificar su recorrido por que, entre otras cosas, ya sabemos que no habrá salida des de Utrecht (Países Bajos). Pero, sobre todo, Javier Guillén y su equipo sigue buscando un hueco en el calendario ciclista que haga viable la ronda española. De momento, no hay ninguna certeza y no se sabe si buscarán las nuevas fechas en coordinación con el Giro de Italia, para evitar disputas.
Lo que sí parece claro es que es muy complicado organizar una gran vuelta ya metidos en el mes de noviembre, cuando la meteorología puede jugar un papel clave en las zonas de alta montaña. De momento, seguimos con muchos interrogantes y, desgraciadamente, muy pocas certezas.