El ciclismo, como la vida, es una cuestión de trabajo y dinámica que se subliman en momentos de inspiración. Y el equipo Cofidis parece estar metido de lleno en uno de esos: ha recogido cuatro victorias en sólo seis días que recompensan todo el denuedo aplicado desde el inicio de temporada.
Lo más importante llegó ayer en el Critérium du Dauphiné
Se trata de la antesala del Tour de Francia. Ahí han acudido Froome, Nibali, Valverde o Purito pensando en julio, y el equipo ‘rojo’ no ha sido menos: le representan Dani Navarro y Luis Ángel Maté, recién llegados de su larga concentración en Sierra Nevada, y sobre todo Nacer Bouhanni con todo el bloque de lanzadores que ha ensamblado en torno suya el director deportivo Jacques Decrion.
Ya el domingo, debut de la carrera ciclista en Albertville, el esprínter galo anduvo en la pomada; ayer, en la ‘volata’ de manual de Villars-les-Dombe, se impuso de forma inapelable para dar a Cofidis su primera victoria World Tour de la temporada. Sin embargo, atribuir el éxito al ‘boxeador’ sería faltar a la realidad. Luis Ángel Maté y Nicolas Edet trabajaron para cortar las alas de la escapada de rigor; Julien Simon, Florian Sénéchal y Christophe Laporte rodaron fenomenal en la aproximación a los momentos decisivos para colocar de cara a ellos al último hombre del ‘treno’, Geoffrey Soupe, que llevó a Nacer Bouhanni confortablemente colocado hasta que demarró a 200 metros de meta para sacar varias bicicletas de ventaja al segundo clasificado, Samuel Dumoulin.
Otras dos alegrías del ciclismo de carretera llegaron el fin de semana pasado en forma de etapa y general de las Boucles de la Mayenne. En la segunda etapa de esta pequeña carrera francesa ganó mediante una fuga el jovencísimo Anthony Turgis, que al día siguiente mantuvo a raya a todos los que atacaron para arrebatarle el maillot amarillo con la ayuda de sus coequipiers Rosseto, Venturini, Ahlstrand, Jöeäär y Verhelst. Tal fue la intensidad del esfuerzo que los dos últimos terminaron retirándose, vacíos tras trabajar para su compañero.
La cuenta de esta semana mágica la abrió Adrien Petit en la Vuelta a Luxemburgo. Era un prólogo explosivo, perfectamente adaptado a las cualidades, y este potente rodador sacó partido. También fue destacable el papel de Kenneth Vanbilsen, combativo hasta el extremo, y la consistencia de Rudy Molard y Yoann Bagot, que acabaron quinto y séptimo respectivamente de la general en la cual se impuso el alemán Linus Gerdemann (Cult Energy).
Para la semana en la que estamos inmersos, el objetivo será continuar la racha en lo que resta del Critérium du Dauphiné. Hay una CRE el martes, un esprín propicio para Bouhanni el miércoles en Sisteron y después ¡cuatro! finales en alto consecutivos (Par Loup, Villard-de-Lans, Mont Blanc y Modane) en los que podrán lucirse los ciclistas escaladores Navarro, Maté y Edet.