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Bicis sin pedales, ¿son recomendables?

Bicis sin pedales, ¿son recomendables?

Para los más pequeños la cuestión del equilibrio es fundamental para fomentar su aparato motriz. Para muchos expertos, una bici sin pedales es perfecta para que los más pequeños mejoren el instinto del equilibrio. A este tipo de bicis sin pedales también se las llama correpasillos (o “bici de equilibrio”) y son un elemento perfecto para que los niños se familiaricen con la bicicleta y sus mecanismos.

Una bici correpasillos es una bici para un niño pequeño (de 2 a 4 años) y sin pedales. Tampoco llevan frenos y son muy sencillas de mantener 8por no decir que prácticamente no lo necesitan). Algunas marcas (sobre todo de juguetes) venden algunos modelos a los cuales los pedales se les pueden colocar más adelante, en función del crecimiento del niño. Puede funcionar, de todos modos es importante que los padres entiendan la diferencia entre un juguete y una bici para niño. Pero de eso hablaremos en otro momento… Pero para que os hagáis una idea es la diferencia entre la típica moto de plástico de ruedas anchas y una bici sin pedales. Lo primero es claramente un juguete y lo segundo, si es una bici de verdad, lo notaréis en el precio.

La mayoría de los padres que han probado este tipo de bicis con sus hijos y les ha ido bien, cuentan que al pasar a una bici con pedales, el niño no necesita usar ruedines. Ya ha interiorizado perfectamente cómo colocar el cuerpo cuando va sobre la bici y controla perfectamente el equilibrio.

Y es que una correpasillos puede tener un coste muy variado

Entre 60 y casi 300 euros. Lo importante es quizás buscar un término medio. Un modelo ligero, fiable y resistente que no se doble o se rompa en cuanto el niño tenga una caída (que la tendrá). También hay que tener en cuenta que cuanto mejor sea la bici, más durará y eso puede permitir que los hermanos pequeño la puedan heredar sin problemas.

Está claro que los niños aprenden a mantener el equilibrio antes de lo que aprenden el gesto del pedaleo. Lo de pedalear, frenar, etc… vendrá más adelante. Pero en torno a los 2-3 años, es el momento de los críos se inicien con una bici sin pedales. Obviamente es importante que los iniciemos en territorio lo más llano posible y sin baches ni obstáculos. Poco a poco, el crío se irá soltando y cogiendo confianza… aunque ya decimos que lo de las caídas es casi inevitable. Y recordad que lo importante es que los peques se lo pasen bien usando este tipo de bicis. Si se cansan y no quieren usarla más, no les forcéis, ¡habrá que cargar con ella hasta casa!