Cada vez es más común descubrir apasionados de la bici que se deciden a hacer viajes en bicicleta. Dicen sus partidarios que viajar en bici es una experiencia única, una ejercicio de libertad casi absoluta. Pero antes de lanzarse a realizar este tipo de aventuras hay que tener en cuenta algunos aspectos básicos. Aquí os damos una serie de consejos muy útiles para los principiantes:
-
No vale cualquier bici:
-
Hay que entrenarse:
-
Programar el viaje:
-
Buen sillín y bien acolchado:
-
No estrenéis nada:
-
Siempre con alforjas:
-
Buenos neumáticos:
-
Nociones de mecánica:
-
Que sobre siempre algo de ropa:
-
Crema solar:
En un viaje cicloturista obviamente la bici lo es todo. Cualquier bici no valdrá para este tipo de aventuras. Hay que buscar cuadros y ruedas buenas y resistentes. Lo cual tampoco quiere decir que sean las más caras. Las bicis de 200 euros no son muy fiables. Buscad asesoramiento y haceros con una montura fiable y resistente.
No os aventuréis a un viaje ciclista de muchos días si no sois ciclistas expertos. Incluso los que suelen ir en bici habitualmente, notarán una notable diferencia entre salir dos o tres horas un día concreto a tener que hacer pedaladas de cinco o seis horas muchos días seguidos. Todo esto se puede entrenar. Como también se puede entrenar el pedalear con carga.
Aunque una de las grandes ventajas de viajar en bicicleta es la posibilidad de improvisar, los neófitos deberían iniciarse con un plan más o menos certero. Cumplir ese plan, en la medida de lo posible, siempre garantizará el éxito del viaje. Es importante que las etapas programadas sean realistas: atentos no sumar mucha distancia y calcular bien los desniveles. Calcular siempre una velocidad media.
Lo diremos sin tapujos: ¡cuida de tu culo! Es tu principal punto de apoyo con la bici y en estos viajes casi siempre se pedalea sentado. Usad un sillín al que ya estéis acostumbrados y en todo caso cubridlo con una funda acolchada para poder mejorar la comodidad.
Llevad material, ropa y utensilios que ya hayáis usado anteriormente. Sobre todo los que tengan que ver con el pedaleo. Es la mejor manera de evitar las malas sorpresas de última hora.
Hay que evitar cargar con peso a la espalda. No hace falta que gastéis una millonada en alforjas, pero en este tipo de material lo más caro suele ser lo mejor: más ligero, más resistente, más impermeable, cierres más fiables… La opción de arrastrar un remolque también es posible, además permite llevar más peso (útil si vais en pareja y uno de los dos necesita ir más ligero). De todos modos, los remolques pueden generar más problemas mecánicos.
Por razones obvias, son esenciales. No uséis unos muy baratos. Buscad marcas fiables y que tengan cubiertas para largas travesías. Si podéis, montad bandas de protección extra entre la cámara y el neumático o líquidos sellantes. La elección del dibujo del neumático es importante en función del terreno: pista asfaltada, pista sin asfaltar, piedra suelta, raíces… Estudiad bien cómo son los caminos por los que iréis y montad unas cubiertas lo mas polivalentes posibles.
Es importante dominar algunas acciones básicas de la mecánica de la bici como cambiar una cámara, reparar un pinchazo, ajustar la patilla de cambio, desajustes en el desarrollo, limpiar y engrasar la cadena, saber de trucos por si alguno de los tornillos no se ajustan bien…
Hacer bien la maleta en estos casos es fundamental. Hay que llevar de todo, pero que sea útil. No puede faltar nada y no debería sobrar nada. Recordad que pasar calor es desagradable, pero pasar frío es probablemente peor. Llevad siempre alguna ropa de abrigo ligera y unos guantes largos por si acaso.
Fundamental. Las quemaduras del sol nos pueden arruinar un viaje. Proteged bien la parte que esté expuesta o usad ropa de manga larga (aunque sea verano).