La venta de bicis eléctricas mantiene a flote el sector y despuntó primero en el BTT, en carretera se venden menos bicis pero están apareciendo las primeras con una estética realmente racing.
Las bicis eléctricas, conocidas también como electric bike o eBike, aparecieron masivamente en el sector del ciclismo en Europa hace poco menos de un lustro. Desde entonces, los datos indican que la venta de este tipos de bicis se ha convertido en la punta de lanza del sector. Las e-Bikes son, en valor, la principal fuente de ingresos de la mayoría de los puntos de venta. La industria ha apostado fuerte por un segmento que les ha permitido ampliar el rango de usuarios e ir más allá del ciclista deportivo.
Las eBike impulsaron primero el sector de las bicis de montaña, y ya es muy habitual ver gruperas enteras usando este tipo de bicis los fines de semana. En el ciclismo de carretera se ven muchas menos. Esto se debe a dos motivos principales, por un lado, la industria prefirió centrarse antes en el BTT porque es el segmento que mueve más dinero (se venden más bicis de montaña que de carretera, también más accesorios, etc.); además, para las bicis de carretera las “ventajas” del motor eléctricos son menos aplicables que en el terreno de montaña.
¿Por qué decimos esto?
Pues sobre todo porque la principal norma que rige las electric bike –el límite de 25 km/h– es un impedimento para el ciclismo de carretera en el que muchas veces la media total de una salida en grupo supera o es muy cercana a esta velocidad. ¿Y qué supone esto? Pues que cada vez que superemos los 25 km/h el motor de la bici se desconectará y nos dejará teniendo que pedalear con una bici bastante más pesada que la de nuestros compañeros precisamente cuando la velocidad es más elevada.
En la BTT, en cambio, la media de las salidas suele ser mucho más baja y normalmente solo se superan los 25 km/h en las bajadas, con lo cual el pedaleo ya no es tan importante. También, quienes se dediquen al BTT por la adrenalina de las bajadas, agradecerán mucho el pedaleo asistido; subirán fácilmente y con las eléctricas bajarán disfrutando a tope y probablemente con mayor seguridad.
Lo que es indiscutible es que el sector de las eBikes ha servido y sirve para ampliar el mercado ciclista, llegando a un público más variado, a “ex ciclistas” pasados de peso y, en definitiva, facilitando la integración de los nuevos usuarios con los más expertos. Esa quizás sea la gran aportación de las eBikes en el mercado ciclista.