¿Sabías que España cuenta con casi 3.000 kilómetros de vías adaptadas a partir de antiguas vías férreas y que resultan ideales para un ciclismo en familia? En este artículo nos sumergimos en la belleza natural y la historia que ofrecen las vías verdes; conoceremos qué son, por qué son especiales y cómo pueden convertirse en tu escape favorito.
¿Qué son las Vías Verdes?
Para quienes no conozcan las Vías Verdes, son un proyecto gestionado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FFE) que cuenta con casi 3.000 kilómetros de caminos ciclistas. La mayoría de estos caminos se han habilitado a partir de vías férreas en desuso. Muchas de ellas eran antiguas vías de ferrocarril ligadas a pequeñas explotaciones mineras que se adentraban en valles de fácil acceso y en entornos rurales. Desde mediados de los años noventa del siglo pasado, la FEE aprovecha estas antiguas vías de ferrocarril para construir vías ciclistas con pendientes muy suaves; rehabilitar algunas de las antiguas estaciones y promocionar su uso para la práctica del cicloturismo y el turismo a pie.
Imagina caminar o andar en bicicleta por antiguos trazados ferroviarios transformados en senderos encantadores. Las vías verdes son exactamente eso: una invitación a explorar la naturaleza de manera única y relajante.
¿Por qué se han creado estas Vías Verdes?
Los tendidos de las vías de ferrocarril son ideales para implantar vías ciclistas. Por definición, las vías férreas tienen que construirse bajo una premisa técnica muy concreta; no pueden superar desniveles de forma abrupta y, en ascenso, apenas pueden superar el 3-4% de pendiente. Esto hace que las Vías Verdes, los caminos ciclistas creados sobre esos tendidos férreos antiguos y en desuso, sean ideales para la práctica de un ciclismo tranquilo, poco exigente y familiar.
Características de las Vías Verdes
Actualmente, puedes encontrar alguna Vía Verde prácticamente en cada provincia española. Normalmente, están alejadas de los grandes núcleos urbanos y son infraestructuras ideales y seguras para conocer el entorno rural. En muchas de ellas, se han rehabilitado algunas de las antiguas estaciones para ofrecer servicios de restauración, mecánica y alquiler de bicicletas. Muchos de los tramos de estos caminos están incluso asfaltados y, aunque sean de tierra, el estado de los caminos es generalmente muy bueno; por eso son ideales para iniciarse en el cicloturismo y animar a los menos expertos en la bicicleta.
Por poner algún pero, diremos que, al tratarse de trazados férreos recuperados, la inmensa mayoría de los recorridos propuestos son lineales y no se pueden trazar rutas circulares con origen y destino en el mismo punto.
No obstante, estas rutas son casi todo ventajas, por ejemplo:
- Viajes en el tiempo: Si además de gustarte la bici, disfrutas de los paseos culturales, las Vías Verdes son tu destino predilecto ya que estas rutas a menudo cuentan la historia de antiguos ferrocarriles y ofrecen una experiencia que combina lo moderno con lo histórico.
- Para toda la familia: ¿Te preocupa la dificultad? ¡No te preocupes! Como te hemos comentado antes, las vías fueron creadas para los ferrocarriles, por lo que, no hay pendientes ni grandes obstáculos; son accesibles para todos, independientemente de tu edad o forma física.
- Encuentro con la naturaleza: Desde bosques exuberantes hasta áreas protegidas, las vías verdes te llevan cara a cara con la biodiversidad.
Más que simples senderos, las vías verdes son portales hacia experiencias que abrazan la naturaleza, la historia y la comunidad. Sumérgete en esta aventura en vivo y descubre un mundo esperando a ser explorado a tu manera. ¡Tu próxima escapada te está esperando en las vías verdes! En la web de Vías Verdes hay muchísima información y bien planteada sobre esta gran oferta cicloturista para descubrir preciosos rincones de España.
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