Nos consta que son muchos los usuarios que salen a la montaña sin un kit de reparaciones esencial para salir de cualquier problema mecánico.
Salir a pedalear, especialmente en ciclismo de montaña, sin un kit de reparaciones es algo que nadie debería hacer nunca. El casco y el mencionado kit es algo que no debería separarnos de nuestra bicicleta. Aún así, nos consta que muchos salen a rodar sin contar tan solo con una cámara para reparar un simple pinchazo, lo cual es muy peligroso. Hay que tener en cuenta que en muchas zonas de montaña no hay muy buena cobertura de teléfono móvil, lo que nos puede complicar mucho la vida en caso de percance.
El kit indispensable
Lo mínimo e indispensable es contar con lo necesario para reparar un pinchazo. Como este texto versa sobre el BTT, recordamos que en nuestra opinión lo ideal para ir por la montaña es llevar cubiertas tubeless, con líquido antipinchazos que resultan muy eficaces y evitan los pinchazos con una eficacia muy alta. La pega de este tipo de neumáticos tubeless es que pesan más y son más caros que los convencionales. Pero también hay que tener en cuenta que con neumáticos convencionales puede ser bastante habitual que pinchemos en montaña.
Por tanto, lo mínimo es llevar un kit para reparar un pinchazo: cámara de repuesto, desmontables e inflador de mano (o similar). Esto es lo esencial para cambiar una cámara pinchada. Para el que no lo sepa, los desmontables son unas pequeñas palancas de plástico que sirven para destalonar la cubierta de la llanta (rueda) y poder extraer la cámara pinchada. Esta operación no suele ser muy complicada en las ruedas de ciclismo de montaña (en carretera puede ser más complicado encajar la cubierta y la rueda). Detalles importantes a tener en cuenta: el inflador de mano puede ser pequeño pero es fundamental que sea compatible con el tipo de válvula que llevamos en el recambio. Hay dos tipos de válvulas gorda (schrader) o fina (presta); la primera es idéntica a la de los coches y motos y permite usar los inyectores de aire de las gasolineras. La segunda es más fina y necesitaría de un pequeño adaptador para poder usar esos inyectores. Generalmente, casi todos los hinchadores portátiles del mercado son compatibles para los dos tipos de válvulas.
El kit ideal
Ya hemos comentado el kit mínimo, ahora os explicamos cuál sería el kit más recomendable para tener un poco de todo sin necesidad de ir cargados como mulas. Nuestro kit idóneo sería este:
- Dos cámaras de repuesto (sobre todo, si vamos a hacer rutas largas y no usamos tubeless)
- Un multiherramientas ligero y con tronchacadenas
- Un par de trozos de cámara cortados (pueden ser muy útiles en caso de rajar una cubierta)
- Un par de desmontables (para destalonar la cubierta de la llanta)
- Inflador de mano (incluso en caso de llevar bombonas de aire)
- Dos o tres gomas de pollo, bridas o algo similar
- Un adaptador de válvula fina a gorda
Un par de consejos prácticos, si usáis bici de rueda de 29 pulgadas pueden valer las cámaras de 26 para recambios. La principal pega que tendréis es que hay que estar más rato hinchando la cámara. Una opción válida, para rutas largas y que pueden ser propensas a los pinchazos, es llevar una cámara de 29 y un par demás de 26, por si acaso (obviamente aquí buscamos que las cámaras de 26 son mucho más pequeñas que las otras). El caso del inflador de mano es, en nuestra opinión, indispensable incluso en el caso de llevar bombonas de aire CO2. Podemos tener algún problema con las bombonas que, normalmente, son de un solo uso. El inflador es el método más rudimentario y eficaz, no suele fallar nunca y hay infladores de mano muy ligeros y eficientes. Además, siempre podremos echar una mano a algún compañero que lo necesite en un momento dado.