En un mundo que apuesta por el ciclismo urbano, la industria del reciclaje debe adaptarse poco a poco para asumir los residuos del uso de la bici.
¿Alguna vez os habéis planteado qué hacer con las cubiertas y cámaras usadas de vuestra bicicleta? Estos elementos son muy contaminantes y su tratamiento como residuo debe tenerse muy en cuenta. Hasta hace poco apenas había puntos de recogida para los residuos del ciclismo. Sencillamente porque su volumen de deshechos era ínfimo al lado del que generan los vehículos a motor, por ejemplo.
Sin embargo, algo empieza a cambiar en España y algunas grandes ciudades como Vitoria o Madrid se han empezado a colocar “puntos limpios” móviles para poder reciclar las ruedas de bicicleta y dejar esas cámaras y cubiertas que ya no usamos por viejas.
Un deshecho muy contaminante
Los neumáticos de bici presentan una composición compleja y muy contaminante, principalmente por el caucho y otros compuestos. Estos residuos apilados en vertederos incontrolados, constituyen un grave problema de contaminación e impacto paisajístico negativo. Si los neumáticos fuera de uso no son debidamente reciclados tardan 1.000 años en desaparecer, lo que supone un importante problema ecológico.
Si esto residuos se quedan apilados y se mojan, el agua estancada en ellos favorece la reproducción de los mosquitos, hasta 4.000 veces más que en la naturaleza y pueden transmitir enfermedades infecciosas.
Tradicionalmente, y aunque no tenían obligación para ello, han sido las tiendas de bicicletas las que han servido de punto de recogida para reciclar las ruedas de bicicleta y sus materiales. Aun así, desde las tiendas podían hacer poco más que ir acumulando este material, ya que en muchos vertederos oficiales no les aceptaban esos desechos, o al menos no de forma separada. Esperemos que la situación vaya mejorando en los próximos años, a la par que crece el uso de la bici y la práctica ciclista.
Muchas aplicaciones
Los neumáticos de bicicleta usados se pueden reutilizar o recauchutar con el fin de alargar su vida útil o reciclar para conseguir materiales para diversos usos, como suelos de parques infantiles, suelas de calzado, alfombrillas, pistas de atletismo, asfaltos de carretera con mejores prestaciones, energía, etc. Según la agencia de reciclaje del País Vasco con solo dos neumáticos “se puede fabricar 1 m² de pista de atletismo Con 27 neumáticos fuera de uso se puede fabricar 9 m² de losetas para establos que mejoran el confort de los animales”.
Artesanía “ciclista” reciclada
Pero es que además, las cámaras de bici están hechas de un material muy valioso y versátil, debido a su gran capacidad de resistencia y elasticidad. Este compuesto en unas manos hábiles puede convertirse en muchos objetivos completamente nuevos: carteras, monederos, bolsos, correas, cinturones, cintas para asegurar carga, fundas de protección de candados… Incluso algunas marcas han aprovechado este tipo de compuesto para crear bolsas de recambios o pequeños bolos para llevar en la bici o fuera de ella.
Y es que el caucho con el que están fabricadas las cámaras de aire de las bicis es un material fácil de manipular. Se puede coser, es elástico, es resistente, es impermeable… incluso las válvulas de aire pueden reutilizarse como botones o cierres. Algunas de estos elementos reciclados conservan los parches con los que se repararon pinchazos en su uso original.
Sin duda, unos productos “muy ciclistas”, muy prácticos, muy duraderos y que en estas fechas podrían ser un muy buen regalo para cualquier familiar o amigo que le guste ir en bici. Ahí lo dejamos…