A medida que avanza la temporada, muchos equipos de base se siguen preparando antes de que empiece la competición. Entre ellos, la Academia Ciclista Maté que se ha concentrado durante todo un fin de semana en Marbella para ponerse a punto antes de que el calendario se estrene el último día de febrero, festivo en Andalucía. Una estancia en la que la diversión y el aprendizaje han sido los grandes protagonistas.
12 integrantes del equipo
–Nueve niños y tres niñas de categorías cadete e infantil- estuvieron los días 4 y 5 de febrero en el albergue Fuerte Nagüeles de la ciudad costasoleña, haciendo trabajo de varios tipos dividiendo las jornadas en dos partes: las mañanas dedicadas al trabajo con bicicleta y las tardes a las aulas de formación, tan importantes para el desarrollo de los jóvenes de cara a un futuro.
Unos talleres donde se han tocado diversos temas que deben ir teniendo en cuenta porque acabarán afectándoles si siguen en la práctica del ciclismo. Priorizando los estudios sobre el ciclismo y empezando por principios básicos del entrenamiento y la importancia de combinar el ejercicio físico con el descanso. También recibieron charlas sobre táctica y estrategia en la que se trataron aspectos como el lanzamiento de los sprints, los relevos, abanicos y demarrajes. Por último, recibieron las pautas del equipo de respeto a los valores del ciclismo y proyectar desde ellos una imagen que invite a más gente de su edad a unirse a este deporte. Finalizaron las aulas con una charla sobre los peligros del dopaje.
En la bici, los protagonistas fueron las pruebas y los tests para ir teniendo valores sobre los que trabajar para poder planificar los entrenamientos sin que afecten a su crecimiento y desarrollo físico, así como tratar de evitar que los niños se fatiguen por un exceso de carga en el ejercicio. Además de eso, se hicieron pruebas de arrancada y varias dinámicas de grupo cambiando los roles entre cada niño para que aprendan a hacer diferentes funciones.
Aún falta un mes para seguir afinando la puesta a punto y, sobre todo, el fin de semana ha servido para hacer grupo y que los niños se diviertan y se enganchen todavía más al deporte que más les gusta. Eso sólo puede ser positivo para el ciclismo.