En la revista de prensa de esta semana en torno al ciclismo, destaca la nota publicada por la web especializada CyclingTips en la que se asegura que la UCI estudia la posibilidad de eliminar el famoso límite de peso de 6,8 kg para las bicis de competición.
Según declaraciones del responsable técnico de la UCI
Mark Barfield, la UCI estaría en la senda de cambiar la actual norma “de limitación del peso y cambiarla por unos estándares de calidad y seguridad”. La idea sería establecer un protocolo de pruebas a los cuadros y componentes de las bicis de competición que garantizarían la seguridad de los mismos, sin necesidad de que haya una limitación determinada en el peso final. Lo que busca la UCI, en cierto modo, es establecer una especie de sello de garantía y calidad para los cuadros que participen en sus competiciones y que esto redunde a su vez en beneficio de la industria. De hecho, actualmente ya existe un distintivo UCI en las bicis usadas en competición, aunque éste sólo indica que las bicis han sido homologadas en cotas y medidas por Federación Internacional.
Es conocido por casi todos los aficionados que muchas marcas de bicis de competición tienen que lastrar con plomo los cuadros que usan en competición porque no alcanzan el peso mínimo establecido de 6,8 kg. De hecho, es una realidad que desde hace muchos años es muy fácil encontrar bicicletas de serie en cualquier tienda especializada que rebajan sobradamente ese peso mínimo. La ligereza es, además, uno de los principales argumentos de venta de la industria. A la hora de la compra, muchos aficionados se decantan por una u otra bicicleta muchas veces atendiendo al peso. La actual norma del 6,8 kg data del año 2000, y con ella la UCI pretendía poner coto a las rebajas de peso drásticas que se pusieron de moda entre los fabricantes de bicicletas de competición. Eran los primeros años de la fabricación en serie de cuadros de carbono y muchos fabricantes competían entre sí para mostrar quien era capaz de fabricar el cuadro de carbono más ligero del mercado.
Las técnicas de fabricación de cuadros en carbono, e incluso en otros materiales, han cambiado mucho desde entonces. De todos modos, según lo publicado por CyclingTips este cambio no se aplicaría inmediatamente y parece que la UCI trabaja con un calendario más bien a medio plazo.