La seguridad es un elemento primordial para que el uso de la bicicleta se extienda en las ciudades.
Acabamos de cerrar un año más la Semana de la Movilidad que se celebró a nivel europeo. Es solo una semana al año, en la que muchas ciudades y administraciones tratan de concienciar a los ciudadanos sobre los beneficios del uso de la bicicleta y el transporte público, sobre todo en las grandes zonas urbanas.
Datos de interés
Estas fechas sirven también para que algunas empresas, sobre todo aseguradoras, presenten informes sobre diferentes aspectos que afectan a la movilidad y a la seguridad vial. Es el caso de Acierto.com, una compañía de seguros que aprovechó la Semana Europea de la Movilidad para presentar un estudio en el que se asegura que el 56% de los españoles no usa la bici por miedo. Además, el 39% de los entrevistados considera que es peligroso circular por la calzada urbana para ir a trabajar.
De estos datos se pasa a la derivada de los carriles bicis; ya que se entiende que más carriles bicis exclusivos para ciclistas sería una buena solución para este problema de sensación de inseguridad. En este punto, sin embargo, ya sabemos que el colectivo ciclista está dividido entre los que apuestan por el carril bici como única opción para la bici en ciudad (“carrilbicicista”) y los que opinan que hay que dar el salto a la calzada y ganarse el respeto del resto de vehículos (“calzadistas”).
En todo caso, está claro que las ciudades en España deberán seguir mejorando para que la sensación de seguridad de los ciclistas, independientemente de por dónde circulen, mejore. Y consecuentemente eso implique un incremento de las bicis en las ciudades. Según datos del Instituto de Salud Global de Barcelona, la ampliación de las redes de carril bici en las ciudades aportaría considerables beneficios para la salud pública, pues si el 24,7% de los desplazamientos interurbanos se produjeran en bicicleta se podrían evitar más de 10.000 muertes prematuras al año.
