Puesto que estamos en meses de los considerados de “pretemporada”, la entrada de hoy puede tener especial interés para aquellas personas que además de ser padres y tener hijos ilusionados por el deporte de la bicicleta, también estén inmersos en la aventura de echar a andar una escuela ciclista, o un equipo de categorías de base. Y para cuando lleguen nuevos integrantes es positivo –y ahorra mucho trabajo a medio plazo- tener una primera actuación preparada.
Normalmente, las escuelas de ciclismo comienzan con el curso escolar. Antes de empezar es muy positivo tener ya diseñado un cuestionario que se suele conocer como ‘de bienvenida’ o ‘cuestionario inicial’ para repartírselo a los niños. En él se pueden incluir realmente todos los ítems que el director quiera, aunque tampoco es bueno extenderlo demasiado porque un niño suele cansarse pronto de contestar preguntas. También es importante informar de ello a sus padres para que estén delante cuando lo rellenen. Las respuestas tienen que ser sinceras y se les debe dejar claro que no es un examen.
Los temas que más se suelen tratar en estos cuestionarios de bienvenida son, principalmente, relativos al entrenamiento previo a llegar a la escuela. Según los conocimientos sobre entrenamiento del director de la escuela –deberá tener unas nociones básicas ya que se imparten en los cursos de Director Deportivo Nivel I, el básico para poder dirigir una escuela ciclista-, podrá hacerlo un poco más complicado pero siempre teniendo en cuenta que puede que haya niños que no hayan tocado una bici en su vida. Las respuestas nos van a permitir conocer precisamente el nivel de familiaridad de cada niño con el entrenamiento en bici.
Aparte del entrenamiento
También se suelen introducir temas como posibles lesiones que hayan tenido a lo largo de su vida, si tienen algún problema de alergias, intolerancias alimenticias –para evitar problemas si se hace una comida de grupo, o para excursiones que incluyan un almuerzo-, descompensaciones físicas –una cadera más alta que otra suele ser común en fase de crecimiento- unas cuantas preguntas básicas sobre partes de la bici –una buena forma es presentarles un dibujo de la bici y que señalen las partes que conocen- y también sobre sus hábitos alimenticios.
El cuestionario se complicará a medida que vayamos dirigiendo a niños con algo más de edad –cadetes, Juniors-, y aportará información de importancia para conocer mejor a los integrantes de la escuela o equipo y poder personalizar sus entrenamientos, atender a posibles problemas físicos que puedan arrastrar y adaptar las clases a ellos, y trabajar las áreas de conocimiento donde tengan más carencias. Todo esto con un simple listado de preguntas. Tan sencillo y, a la vez, tan importante.