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Membranas anti-viento: transpirar y protegerse

ropa ciclista membrana antiviento

En este blog de ciclismo ya os hemos hablado varias ocasiones de lo importante que es para la práctica ciclista el ir vestido correctamente. Estamos ya en fechas invernales y los ciclistas tenemos que enfrentarnos a los elementos típicos de la temporada: frío, viento, lluvia e incluso nieve. Para protegernos de estos elementos, la industria textil especializada en deporte ha desarrollado en las últimas décadas una serie de tejidos técnicos para ciclistas que nos permiten protegernos mejor y mantener el calor corporal.

En este artículo vamos a hablar someramente de las membranas anti-viento o paraviento. Un tipo de tejido idóneo para enfrentarnos al invierno. Pero antes de ahondar en este tema, queremos recordar la buena vestimenta ciclista empieza desde la primera capa, la que se coloca directamente encima de la piel. Por ello no olvidéis nunca lo importante que es el usar camisetas técnicas (no de algodón, por favor) como primera capa. Una vez recordado esto, entremos en materia…

¿Qué son las membranas anti-viento?

Básicamente es una capa muy fina de Teflón expandido (PTFEe) que se aplica entre la capa exterior de una prenda y su forro interior. El Teflón (politetrafluoretileno) es un material sintético que se usa, entre otras muchas funciones, como aislante. El inventor de este tejido es la firma Gore (allá por los años ochenta) y su marca registrada más conocida de membrana anti-viento es Windstopper. Sin embargo, en el mercado existen otros fabricantes que han desarrollado su propia membrana con otras marcas comerciales. El Teflón expandido es poroso. Esa porosidad es fundamental porque permite la transpiración del deportista por evaporación de las gotas de sudor, mientras que mantiene casi intactas las propiedades aislantes. Si esto no fuera así, el tejido actuaría como un simple chubasquero (efecto bolsa de plástico) y acumularíamos sudor en el interior del cuerpo, lo cual a la larga sería contraproducente ya que correríamos el riesgo de enfriarnos seriamente.

Aun así, cabe señalar que las membranas anti-viento (sea o no Windstopper) no son impermeables. Se autodefinen como hidro-repelentes, es decir, impiden el paso del agua cuando hablamos de lluvia fina, pero no si la lluvia es intensa. En ese caso, la membrana calará antes o después. Precisamente, el incrementar la impermeabilidad de estos tejidos sin perder propiedades de transpiración es uno de los grandes caballos de batalla de la industria textil deportiva. Uno de los puntos clave pasa por poder termosellar las costuras para incrementar la estanqueidad, pero para eso se necesita un tipo de membrana más robusta, menos transpirable. Este tipo de membranas que más estancas e igualmente porosas suelen ser las más caras del mercado dentro de la ropa ciclista.

Os podéis encontrar en el mercado con otro tipo de membranas que se fabrican con poliuretano (las de precio más económico). El tacto y la calidad de la prenda no es el mismo que las de Teflón e incluso el método de producción varía, ya que se fabrican mediante inducción (algo así como si pintaran el interior de la capa exterior con un aislante). En estos casos, la transpiración de la prenda se realizará por capilaridad, es decir por la presión que las gotas de sudor hacen unas contra otras, hasta salir al exterior por los poros de la membrana. De este modo, es inevitable que la prenda acumule más sudor en el interior.

Independientemente del nivel de la ropa ciclista que os podáis permitir, desde Cofidis Like Ciclismo recomendamos el uso prendas ciclistas con membrana anti-viento. Este tipo de membranas se aplican a todo tipo de prendas: chaquetas, guantes, sotocascos, botines, culotes, perneras e incluso camisetas interiores. El gastar algo de dinero en una chaqueta con una de estas membranas será una buena inversión y son prendas que pueden durar varios años. Eso sí, a la hora de lavarlas hay que evitar el suavizante en la lavadora: bloquea los poros de la membrana.