Los ciclistas más expertos saben que escoger adecuadamente la equipación ciclista y vestirse adecuadamente es fundamental para disfrutar del ciclismo cuando llega el mal tiempo. Ellos saben bien que hay que saber diferenciar entre una prenda cortavientos (o paravientos) de un chubasquero para ciclismo. Muchos aficionados confunden estas prendas y sus propiedades. Pero hay diferencias entre ellas, las suficientes como para que, en caso de lluvia, acabemos la ruta mojados o no.
Impermeable o no
El chubasquero es, por definición, una prenda impermeable. Una chaqueta pensada para pedalear bajo la lluvia y no mojarnos. Por su parte, el cortavientos para ciclismo es una prenda exterior (puede ser un chaleco o una chaqueta completa) pensada para aislarnos sobre todo del viento, y en consecuencia también del frío. La mayoría de los cortavientos protegen también si nos encontramos con algo de lluvia, muy fina o ligera y durante poco tiempo; sin embargo, este tipo de prendas no son impermeables.
Podemos encontrar cortavientos de muchos tipos, tejidos y precios. Desde prendas muy finas, ligeras y compactas; a otras más robustas y con membranas más aislantes. Una chaqueta de invierno también puede ser cortavientos, con lo que estaríamos ante la unión de un maillot de invierno (térmico) y una prenda cortavientos (protección exterior).
La calidad y ligereza del tejido influye mucho en el precio de una de las prendas más utilizadas por los ciclistas prácticamente durante todo el año. Algunos modelos, los más económicos, apenas son un plástico que transpira poco y puede repeler el agua con cierta eficacia. Los más caros suelen contar con sofisticadas membranas antiviento que permiten transpirar con cierta solvencia y además aportan una protección antilluvia notable.
Pero insistimos en que un cortavientos no es una prenda impermeable. Si nos topamos con un día lluvioso acabaremos mojados. Si, como decimos, hay muchas variantes de la prenda antiviento, en el caso del chubasquero en realidad hay muy pocas opciones. Para que un chubasquero sea realmente eficaz ante la lluvia debe cumplir un requisito clave: costuras termoselladas. El tejido del que esté fabricado no es tan importante. Puedes usar un tejido muy bueno y muy impermeable (la impermeabilidad de un tejido es variable y se mide en columnas de agua por cm2), pero si las costuras no son estancas (termoselladas) el agua calará.
Esta cualidad hace que los chubasqueros realmente impermeables sean prendas caras, ya que no todos los tejidos permiten un tratamiento termosellado. Además, todo ello influye obviamente en que la prenda sea muy poco transpirable, con lo cual si la llevamos cerrada e incrementamos el esfuerzo, sentiremos que nos “cocemos en nuestro propio sudor”.
Desde hace años, la industria textil se esfuerza en ofrecernos un tipo de prendas que compaginen eficazmente la capacidad de transpirar (expulsión del sudor) y la de aislarnos del frío y el agua. Aunque hay tejidos que logran un buen rendimiento en ambas cuestiones, lo cierto es que en cierto modo se busca la cuadratura del círculo. Además, también es importante saber cómo vestirse para rodar en invierno y cómo abrigarse sobre la bici.
Para el aficionado de a pie pensamos que lo importante es saber diferenciar bien entre una prenda cortavientos y otra realmente impermeable. Y tener claro también su uso, ya que el cortavientos para ciclismo puede ser una buena protección también en caso de lluvia, siempre que no sea muy intensa.