Si eres un devoto de las dos ruedas, acompáñanos por un interesante recorrido a través de las etapas más duras de la historia del ciclismo, donde la carretera se convierte en un campo de batalla y los ciclistas se transforman en titanes sobre ruedas. Profundizaremos en las epopeyas de las Grandes Vueltas y las clásicas, disfrutando de las gestas que han forjado leyendas sobre el asfalto y el pavé. No están todas, pero veremos una buena muestra de la épica inherente a este fascinante deporte.
Etapas más duras en las tres Grandes Vueltas
¿Listo para sentir la adrenalina y emoción de las etapas más duras de la historia de las Grandes Vueltas?
Primera etapa del Giro de Italia de 1914
En la primera etapa del Giro de Italia 1914, los ciclistas se enfrentaron a una odisea de 420 kilómetros, convirtiéndola en la jornada más dura de la historia del Giro. Con condiciones atmosféricas extremas, que incluyeron lluvia y nieve, los participantes lucharon contra caminos sin pavimentar y el ascenso al paso Sestriere.
El trazado durísimo de la etapa llevó a una corta neutralización para permitir que los ciclistas cambiaran sus prendas empapadas. Después de 17 horas de esfuerzo extenuante, Angelo Gremo se erigió como el primer vencedor, pero solo 36 ciclistas lograron cruzar la meta. Mario Marangoni, el último en llegar, empleó 24 horas en completar el recorrido.
Este Giro, con ocho etapas de condiciones diluvianas y distancias maratonianas, está considerado por muchos historiadores del ciclismo la Gran Vuelta más dura en la historia de este deporte.
Décima etapa del Tour de Francia 1926
La etapa del Tour de Francia de 1926, definida la más dura de la historia de la ronda francesa, destacó por su recorrido montañoso y una tormenta bíblica que convirtió las carreteras en ríos de lodo. Lucien Buysse, un aguerrido ciclista belga, logró su primera y única victoria en el Tour después de 17 horas de sufrimiento.
Solo 31 ciclistas completaron la etapa después de 24 horas, algunos encontrándose en un estado casi inconsciente y congelados. Esta jornada se convirtió en un epítome de la dureza y desafíos del ciclismo de esa época.
Etapa Valladolid-Palazuelos de la Vuelta a España de 1984
En la Vuelta a España de 1984, una edición que se decidiría por apenas seis segundos, una etapa en particular destacó como una verdadera maratón ciclista: la Valladolid – Palazuelos de Eresma. Con 258 kilómetros de alta montaña y tramos salvajes como Navafría, Canencia, Morcuera y Cotos, esta prueba se convirtió en un test de resistencia inolvidable.
La diferencia mínima de seis segundos entre el ganador, Eric Caritoux, y el segundo, Alberto Fernández, es la más ajustada en la historia de las Grandes Vueltas. Esta Vuelta no solo fue testigo de esta emocionante batalla, sino también de la Jerez-Málaga, que duró más de ocho horas, lo que evidencia la dureza extrema de las etapas en esa época.
Los años 80 y 90, se caracterizaron por etapas más largas y desafiantes. A pesar de la tendencia actual de recortar distancias para aumentar la competitividad, la Vuelta a España de 1984 nos recuerda que la verdadera emoción radica a veces en la duración y la intensidad de las pruebas ciclistas. De las 53 etapas más largas, solo tres pertenecen al periodo 2000-2019, lo que demuestra que el ciclismo de resistencia dejó su marca más evidente en las décadas pasadas.
Etapas más duras en las clásicas
Por supuesto, en las carreras clásicas de un solo día también ha habido jornadas de leyenda que han pasado a la historia del deporte en su vertiente más dura.
Lieja-Bastoña-Lieja de 1957
En la Lieja-Bastoña-Lieja de 1957 hubo una jornada épica. Solo 27 de los 107 ciclistas que tomaron la salida lograron regresar a la meta. La lluvia y la neblina dieron paso a una intensa nevada, llevando a los participantes situaciones extremas. Algunos ciclistas, entumecidos por el frío, se vieron obligados a orinar en sus manos para calentarlas.
La carrera destacó por un final memorable: Germain Derycke y Frans Schoubben compartieron la victoria debido a una maniobra prohibida de Derycke, saltándose un paso de nivel de tren. Fue la segunda y última vez en la historia de los “monumentos” que hubo dos ganadores. Una historia de resistencia y justicia en medio de una tormenta de nieve.
Milán – San Remo de 1910
En esta Milán – San Remo, los ciclistas, liderados por Eugene Christophe, se enfrentaron a condiciones atmosféricas extremas, con una nevada intensa en el paso Turchino. Christophe, junto con escasos supervivientes, buscó refugio en una vivienda donde le ofrecieron agua caliente y sábanas. A pesar de las súplicas del dueño, Christophe retomó la carrera, venciendo a sus rivales y cruzando la meta en San Remo después de casi 12 horas y media de sufrimiento sobre la bicicleta.
Esta hazaña, elogiada en muchos países, cobró un alto precio en la salud de Christophe, quien tuvo que estar un mes de recuperación. Su valentía y determinación le valieron un gran reconocimiento, pero la gesta le dejó secuelas en su salud.
Hasta aquí la recopilación de algunas de las etapas más duras de la historia del ciclismo. ¿Añadiríais alguna? ¡Dejádnoslo en comentarios!