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Rampas duras o puertos largos con bicicletas de carretera, ¿qué cansa más?

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Entre los aficionados al ciclismo se da un debate muy común sobre qué es preferible, enfrentarte a un puerto corto pero de empinadas cuestas (pongamos por encima del 10%) o bien una subida larga y más tendida en torno al 5%. Para gustos los colores, como dice el clásico, pero es cierto que la respuesta a este tipo de cuestiones ha variado mucho en los últimos años… ¿Y por qué? Pues por la auténtica revolución en materia de desarrollos ciclistas que hemos tenido en las bicicletas de carretera. Algo que permite que nos podamos enfrentar a rampas cada vez más duras con otra actitud… o dicho de otra manera, que el propio concepto de “rampa dura” sea más flexible.

En efecto, hace apenas una década inaugurábamos en el mundo del ciclismo desarrollos realmente holgados para cuestas duras: 34×28, 34×32… Además de la consolidación de los platos compact (50-34 ó 52-36), actualmente las marcas ofrecen una gran variedad de desarrollos en el cambio trasero, algunos de los cuales ya cuentan con posibilidades de colocar coronas de 34 ó 36 dientes. Con esta ventaja mecánica, es más asumible para el aficionado medio el plantearse escalar repechos muy empinados y subidas cortas y explosivas, como el Muro de Sormano o el famoso Marie Blanque, claramente por encima del 10%.

Recordemos que los profesionales suelen usar unos platos de 53-39 y que, hasta mediados de los años noventa, la combinación máxima de desarrollo solía ser de 39×25 ó 39×27, poco más había hasta entonces… De hecho, se cuenta que el mencionado Muro de Sormano solo duró tres ediciones en el Giro de Lombardia porque su durísima cuesta final (2 km al 15%) era imposible para la gran mayoría de ciclistas.

¿Marie Blanque o Somport?

Estas dos subidas de la marcha cicloturista Quebrantahuesos nos pueden servir para ejemplificar el debate que nos planteamos aquí. Una subida corta e intensa, con sus últimos 4 kilómetros con una media constante al 11%, el Marie Blanque. Y en contraposición, el Somport, que desde Jaca sube y sube por una carretera tendida, sin grandes rampas, pero durante casi 30 kilómetros si arrancamos desde Jaca. El Marie Blanque, en esos 4 km muy duros, puede suponer un esfuerzo de al menos 30′. Mientras que para superar el Somport podríamos estar unas dos horas pedaleando.

Y ese es nuestro dilema, ¿qué es preferible, esos 30′ de cuestas duras o un puerto largo y más asequible que nos requiera unas dos horas de esfuerzo en una bicicleta de carretera? ¿Qué opináis vosotros?