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Consejos para la ropa ciclista de invierno

ropa ciclista de invierno

El frío puede ser un enemigo tenaz a la hora de salir en bici, por eso es importante saber vestirse adecuadamente con ropa ciclista.

El invierno es probablemente la peor época del año para salir en bicicleta. Especialmente en bici de carretera, puesto que se transita por espacios más abiertos por donde el viento gélido campa a sus anchas y su efecto se multiplica debido a las altas velocidades. La bici de montaña, por su parte, es más adecuada cuando el frío aprieta; se circula a velocidades más bajas y muchas veces por zonas boscosas en las que el viento apenas tiene presencia. Eso sí, en muchas ocasiones nos tendremos que enfrentar a zonas muy húmedas y con niebla.

Para disfrutar plenamente de la bici en invierno es fundamental, por tanto, saber vestirse adecuadamente. En este texto escribimos algunos consejos sobre cómo hacerlo:

    • MENOS ES MÁS:

Muchos pensarán que para rodar en invierno lo ideal es abrigarse con mucha ropa, pero esto no es así. Lo ideal es ponerse la ropa ciclista La industria del deporte al aire libre ha evolucionado muchísimo en los últimos años y ofrece prendas de mucho abrigo que también son ligeras, eficaces y poco voluminosas. Hay que vestir ropa técnica de tejidos sintéticos porque favorecen la transpiración y secan más rápido el sudor. En cambio, los tejidos convencionales (algodón, lana…) absorben la sudoración y se empapan, lo cual hace que la sensación de frío aumente cuando incrementamos la velocidad.

    • VESTIRSE POR CAPAS:

Durante muchos años, se habló de la “táctica de la cebolla” para referirse a la ropa de bici en invierno. Había a que vestirse por capas, lo que permitía el ponerse o quitar prendas en función de cómo evolucionase la temperatura durante la ruta ciclista. Lo de las capas no era muy complicado, normalmente se pensaba en tres: capa interior (camiseta técnica pegada al cuerpo), capa intermedia (maillot largo o prenda con forro) y capa exterior (antiviento e hidrorrepelente principalmente). Sin embargo, esta técnica ha quedado algo anticuada, ya que actualmente hay prendas muy polivalentes que pueden hacer tanto de segunda como de tercer capa. Muchas chaquetas se han confeccionado con tejidos que ofrecen gran protección del viento y el agua y a la vez son muy transpirables, incluso algunas cuentan con aberturas con cremallera para favorecer la ventilación si sube la temperatura… Además, recordad el primer punto de nuestro texto: “menos es más”.

    • PIES Y MANOS:

Para evitar que la sensación de frío nos acompañe durante toda una salida invernal en bici es muy importante que protejamos adecuadamente pies y manos. Los extremos del cuerpo son los más sensibles al frío y siempre están expuestos al viento y la humedad. Por eso, unos buenos guantes y unos calcetines térmicos son fundamentales para evitar esa molesta sensación de manos y pies congelados. En el caso de los guantes lo ideal es que la parte interior cuente con un forro térmico y la externa con una membrana que nos proteja del viento y la humedad, y que también transpire. En el caso de los pies, unos unos buenos cubrezapatillas (o punteras si no somos muy frioleros) se hacen imprescindibles para afrontar las pedaladas invernales. Importante: es mucho mejor usar estos cubrezapatillas (capa externa) que ponerse doble calcetín, esto último puede provocar incomodidad y exceso de sudoración y, por tanto, más frío.

 

    • CABEZA CALIENTE:

Por una vez iremos en contra de lo que dice el refranero popular (ya sabéis, eso de “cabeza fría y corazón caliente”) y aconsejamos usar un sotocasco que nos proteja bien del frío en la cabeza. Puede ser una braga, una gorra, una cinta cubre orejas, un gorro… recordad que por la cabeza se pierde buena parte del calor corporal, especialmente si nuestro pelo escasea.

    • AIREAR DE VEZ EN CUANDO:

A pesar de lo que os hemos contado sobre las virtudes de los tejidos técnicos, lo de la evacuación del sudor es un proceso lento. Por eso, os damos un consejo que esperamos que os pueda servir para mejorar esa transpiración. El objetivo es que la parte interior del cuerpo, la de la primera capa, esté lo más seca posible. Por eso, recomendamos abrir la chaqueta o prenda interior siempre que sea posible: en una bajada soleada y no muy rápida, cuando paramos, aunque sea un momento, al hacer un café… de este modo aceleraremos el proceso de secado y, si nuestra camiseta interior es buena, se secará muy rápidamente y eso nos permitirá controlar nuestra temperatura corporal.

    • EVITAR EL CHUBASQUERO:

Un chubasquero es por definición una prenda externa impermeable. Por tanto, no transpira y, no deja evacuar el sudor que se acumula en el interior del cuerpo durante el esfuerzo. Sabemos que hay tejidos muy revolucionados (y de coste elevado) que casi obran el milagro de ser, a la vez, impermeables al agua y transpirables (aunque sea un poco). Aún así, estas prendas están pensadas realmente para combatir el agua (en diferentes intensidades) y las recomendamos para cuando realmente llueve, no como prendas de abrigo.