El ciclismo de competición no sería hoy sin algunos cambios que revolucionaron el diseño de las bicicletas y las hicieron más ligeras, rápidas y confortables. Aquí explicamos algunas innovaciones realmente trascendentales en la evolución de las bicicletas:
– Cuadro y horquilla
Podríamos pensar que la bicicleta actual, en su diseño básico, es muy parecida a las que idearon los pioneros. Sin embargo, el diseño y evolución de la bicicleta fue muy diverso y a lo largo del siglo XIX se aportaron soluciones dispares a las diferentes problemáticas. No fue hasta finales del XIX (hacia 1885), cuando el inglés John Kemp Starley creó la “bicicleta segura” (safety bike), en la que ya identificamos los elementos esenciales de las actuales: cuadro, horquilla, ruedas del mismo tamaño, manillar y transmisión a la derecha. Un modelo que se llamó precisamente así “segura” porque hasta entonces el modelo más popular era la Penny-Farthing, la bici de rueda alta en la que la delantera tenía un diámetro tres veces mayor.
– Neumáticos de goma
Fue una aportación esencial para el boom de la bicicleta a finales del XIX y que le debemos a John Dunlop. El uso de un neumático de goma vulcanizada con cámara de aire interior supuso darle viabilidad a las bicicletas y que fueran aptas realmente para rodar durante horas por caminos y aquellas incipientes carreteras. Hasta entonces se rodaba directamente sobre ruedas de hierro o madera. Michelin perfeccionó años más tarde el invento de Dunlop fabricando el más comercial y eficiente neumático desechable. Este invento fue tan importante que supuso el despegue definitivo del ciclismo como deporte profesional, a partir de entonces se surgieron las primeras grandes clásicas: Lieja, Roubaix, etc.
– La ligereza de los materiales
Las primeras bicicletas de competición eran de hierro o acero y pesaban probablemente unos 20 kg. La historia del ciclismo es también la historia de una industria esforzándose por ofrecer cada vez mejores bicicletas a los corredores. Y eso suponía especialmente quitar peso. Sólo de cómo han ido perdiendo peso las bicis se podría hacer un libro entero. El caso es que la mejora de materiales ha sido fundamental para aligerar cuadro y horquilla, que forman la estructura básica. Pero, sin embargo, la gran revolución en este aspecto se debe a la aparición del carbono en la fabricación en serie de bicicletas. Un elemento plástico que permite crear estructuras rígidas, confortables, residentes y muy ligeras. Un material que además no se oxida y que se puede moldear casi sin límites. Fue con la proliferación de bicicletas de carbono, a principios del siglo XXI, cuando la UCI decidió establecer un límite mínimo de peso: 6,8 kg. Pero se sabe que la industria es capaz de ofrecer bicis duraderas bastante por debajo de los 6 kg.
– Los desarrollos
Es curioso, pero los cambios traseros en la evolución de las bicicletas, aunque inventados algunos años antes, no se introdujeron en el Tour de Francia hasta 1937. ¿Por qué? Sencillamente porque no se permitían. Lo único que se aceptaba por reglamento era que las ruedas llevasen dos coronas, una a cada lado de la rueda trasera. En las subidas tocaba bajar de la bici y girar la rueda para cambiar de desarrollo. Para cuando el TDF aceptó los cambios en las bicis, estos ya eran de cable con desviador de paralelogramo. Antes hubo cambios de marcha más rudimentarios que mediante palancas cambiaban la cadena de corona. Sin embargo, la gran revolución en esta materia fue la introducción, por Shimano, de los cambios de cable indexados, en los que cada pulsación de la palanca correspondía a un movimiento de la cadena. A mediados de los 90, también Shimano popularizó los cambios integrados en las manetas de freno (hasta entonces iban en la barra diagonal del cuadro).
– Acoples de triatlón
Sin duda alguna, la última gran innovación en el mundo y la evolución de la bici. Usados en triatlón un par de años antes, el boom de este complemento fue en el TDF de 1989 con la espectacular victoria de Greg Lemond sobre Laurent Fignon. El americano ganó la cronometrada (durante muchos años la más rápida de la historia de la carrera: 54,5 km/h en 24 km) y remontó en la general al francés para imponerse en aquella edición por solo 8”. A partir de ese año, todos los equipos lo empezaron a usar y la UCI reguló su aplicación al ciclismo de ruta. Además, la introducción de este manillar fue el precursor de un cambio en la industria del ciclismo que, en pocos años, centró la mejora en el rendimiento en el desarrollo aerodinámico. Toda una revolución.
